José Manuel Cousillas: «Seo de Urgell y su comarca no se entienden sin el canal de aguas bravas y tranquilas»

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

DUMBRÍA

José Manuel, este lunes, en el Parque Olímpico del Segre
José Manuel, este lunes, en el Parque Olímpico del Segre .

Defiende las condiciones «perfectas» que se dan en Dumbría para impulsar un proyecto similar, salvando las distancias

15 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

José Manuel Cousillas Pérez (Uruguay, 1964) es miembro activo del club Cadí Canoa Kayak en Seo de Urgell, Lérida. Allí se creó para los Juegos Olímpicos de Barcelona (año 1992) un canal de aguas bravas para la práctica del eslalon. El Parque Olímpico del Segre tiene la peculiaridad de que es artificial. Lo cierto es que desde su puesta en marcha, como explica el oriundo de Laxe por la rama de su padre, «Seo de Urgell y su comarca no se entienden sin él». De ello trató el pasado viernes en un foro llevado a cabo en Dumbría para hablar de las posibilidades de emprendimiento que facilitaría la creación de un canal de aguas bravas en el río Xallas, para el que dio las claves.

—Tiene usted raíces gallegas.

—Sí, mi madre también es de Galicia, de Ourense. Mis padres emigraron en su día a Uruguay, y cuando regresaron, se asentaron en Barcelona. Desde hace ya muchos años vivo en Seo de Urgell, y mi vinculación con el club y el canal surgió a raíz de apuntar a mis hijas a este deporte. Me volqué en la junta de la entidad y como deportista aficionado. Ahora, siempre que organizamos competiciones internacionales, estoy en el comité ejecutivo. Tengo casa en Laxe y, de vez en cuando, regreso.

—¿Cómo fue la puesta en marcha del afamado canal catalán?

—El club existe desde el año 1964. Desde el 1972, se hacen competiciones internacionales en el río Segre. En los Juegos Olímpicos de Barcelona, incluyeron el eslalon en el programa. Se dieron varias carambolas, pues en el 1982, hubo una riada que arrasó todo y había que arreglarlo. Fue toda una novedad al ser artificial. Tiene un kilómetro de aguas tranquilas, y 400 metros, de bravas. Al estar en la zona Pirineos Mediterráneo, en verano, a veces, el caudal se seca. Así, pues, se creó una pequeña central hidroeléctrica que, cuando lo necesitamos, bombea agua. Pero el resto del año genera energía. Es el primero de su clase en el mundo, en el que el agua se puede recircular. Además, fue la primera vez que se incorporaron remontadores para que cuando el piragüista llega a la parte baja del canal, sin bajarse de la barca, pueda volver al punto de inicio.

—Para estas iniciativas, el apoyo institucional es clave.

—Sí, es fundamental. En este proyecto tan ambicioso, todas las instituciones se volcaron. Es de propiedad municipal y lo dirige una empresa de titularidad pública. Casi siempre da beneficios, unos 150.000 euros al año, que se reinvierten en el funcionamiento de las instalaciones. Y no solo económicos: también sociales, estructurales… Nosotros contamos con una red de voluntariado para las copas y campeonatos del Mundo que sirve para otras cosas.

—¿Qué cambios se produjeron en la localidad y su entorno a raíz de la creación del canal?

—El cambio fue brutal. Todos los días del año hay actividad, con la visita de 42.000 turistas y 13.000 deportistas por período anual. Se practican muchas modalidades como el rafting. Incluso tenemos un centro de BTT y marcha nórdica para el que se arreglaron los caminos de la montaña. Es el único canal olímpico de España y de los pocos del mundo. Tenemos el centro de tecnificación español y catalán, donde entrena el equipo nacional. Lo de aquí ha funcionado tanto, hasta el punto de que no se podría entender el ayuntamiento, de 12.000 habitantes, y la comarca, sin el canal olímpico.

—¿Cómo ve la posibilidad que se plantea para Dumbría?

—Como dije en el foro, un canal como el de Seo no se tiene de un día para otro. Incluso quizás nunca, o puede que sí. Para mis compañeros era impensable. Partíamos con muchas menos ventajas de las que hay en la Costa da Morte, con un lugar y un clima perfectos. Tenéis capacidad de agua durante todo el año. Además, los inviernos son muy suaves, pues aquí, a veces, tenemos que romper el hielo para poder entrenar. El coste del parque del Segre en su momento fue de 6 millones y medio de euros, pero el planteamiento no es el mismo. El resto de canales que hay cerca de Urgell también son humildes. La actuación es mínima: mover las piedras y adecuar unas instalaciones. Es algo asequible, pues. Lo importante es trabajar el día a día, todo tiene que ir paso a paso. Lo primero es tener un canal para ofrecer a medio centenar de deportistas del club dumbriés unas buenas condiciones. ¿Que alrededor de eso, de manera paralela, surgen actividades económicas? Fenomenal. En Sort, a 60 kilómetros de Seo, prácticamente viven de bajar por el río haciendo rafting. Hay varias empresas de turismo de aventura. A otra hora de distancia, en Pons, hay otro canal. Entre todos, tenemos formado un clúster que ayuda a que los visitantes se muevan por la zona. Al organizar, por ejemplo, un campeonato de España, ya te viene mucha gente varios días a entrenar y necesitas que haya albergues y casas rurales. Ahí es donde empieza a moverse todo. Nosotros vamos a luchar contra dos capitales de estado como son Praga y París para el Mundial del 2027, y podemos conseguirlo.

—Además, este es un deporte en auge, ¿no?

—Sí, el piragüismo, y en particular, el eslalon, es uno de los más vistos en los Juegos Olímpicos. En París 2024, habrá una nueva modalidad cros, mucho más emocionante visualmente. Gana adeptos.