José Manuel Pequeño: «A miña vida foi servir ao público e defender o público»

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

DUMBRÍA

Ana García

El alcalde de Dumbría cree que la capacidad de decisión debe volver a los políticos, uno de los principales logros sobre lo que había en la dictadura

01 mar 2023 . Actualizado a las 21:28 h.

El alcalde de Dumbría, José Manuel Pequeño, participó ayer en el espacio Cita co Concello, de Radio Voz. Una entrevista semanal entre mandatos que cerró el mes pasado el regidor de Carballo, Evencio Ferrero, pero a la que ayer dio el epílogo el de Dumbría, José Manuel Pequeño, que se despide de la política tras 40 años en el cargo. Así que más que un análisis del día a día municipal, que también, fue un balance sobre cuatro decenios de trabajo en un Concello que no tiene nada que ver con el que conoció en 1983

Con todo, Pequeño asegura que, más que un punto y aparte, se trata de un «punto e seguido» de la política, una separación de la vida local, que queda en manos de un equipo con el que lleva trabajando muchos años. «A principios dos 80, Dumbría era case irrelevante, e agora é unha referencia en moitas cousas», explica. Y eso ocurre, explicó, porque su visión de trabajo no ha sido localista, sino comarcal, «e iso é o froito de todo o conseguido». Pero no habrá más por su parte en primera línea. Ni siquiera va en la lista del PSOE de manera simbólicas. «O que si estarei é a disposición do equipo. Foi un pracer e un privilexio estar con eles. Teño moito que agradecer a amigos, a compañeiros, e sobre todo aos veciños que cada catro anos foron decidindo que seguise. Con erros incluídos, pero eu penso que na vida non hai erros, porque sempre son unha lección. Creo que os veciños entenderon iso e grazas a eles puiden servir. A miña vida foi servir ao público e defender o público», dijo.

Ana García

Es este un buen momento para echar la vista atrás, a lo que se encontró al llegar a la alcaldía en 1983. «Era tremendo, con moito que facer. Había lugares incomunicados. Tiñamos encoros e faltaba luz, e a pública, toda. Careciamos de servizos básicos, de cousas que hoxe parece imposible non ter. Os alcaldes tivemos que botarlle moita imaxinación, tempo e proxectos. Pelexando por todo. Por ter teléfonos públicos, por exemplo, loitando por aquelas cuadrículas que nos permitían ter un, que facían posible que chamaran os emigrantes de Suíza, e pedirlle aos veciños que deixasen ter un. Había moitas carencias, as prioridades eran outras», recuerda.

Los tiempos son otros. Ha habido muchos avances, es obvio. «O gran éxito da democracia foi darlle poder aos políticos. É dicir, ao pobo. Non como na ditadura, que mandaban outros. Fomos pelexando por avances educativos, sanitarios... A educación fainos libres, e o que se fixo é impresionante. Erguemos casas de cultura, bibliotecas, aulas de informática. Isto antes era imposible. Agora hai novas necesidades, pero case parece que mandan máis os funcionarios. E eu, que vivín as tres etapas, digo: coidado, haille que dar poder ao que o ten, moitas veces non se conseguen cousas por trabas medioambientais ou patrimoniais que ás veces son interpretacións de funcionarios», explica.

Y entre esas necesidades nuevas está, por ejemplo, la fibra óptica, en la que de nuevo el rural está perjudicado, y son cuestiones que supera el ámbito local, «os alcaldes non poden solucionar todos os temas». Hay políticas generales, sobre todo autonómicas, que han fallado, y aquellos colegios llenos de alumnos de los 80 y 90 ahora están medio vacíos, por no haber generado oportunidades y haber empujado a la emigración. «A Xunta non planificou o rural, sen plan director que marcase industrias, servizos...». Muchos se marcharon a las ciudades y ahí se quedaron. Los colegios van a menos. Recuerda aquel 15 de mayo de hace 25 años, el día clave de la lucha por la ESO, que fue «un antes e un despois» en la concepción de Dumbría, de unidad de los vecinos, también emigrados. Actividades de todo tipo, clubes deportivos, cultura... Una manera de poner también a Dumbría en el mapa.

El turismo y el Xacobeo también han cambiado mucho. Justo el lunes, Pequeño ha dejado de ser el presidente de los concellos por los que pasa la ruta, desde Santiago, y toma su relevo el regidor de Fisterra, José Marcote, que llega con ideas interesantes. Para Pequeño, Dumbría es el faro de la Costa da Morte y de Galicia, otra catedral. Ya no concibe Dumbría sin el Camiño, ni sin el Vákner.

Estas últimos meses mantendrá la actividad. Hoy mismo hay un pleno para invertir el dinero del remanente. Y seguirá trabajando por conseguir más logros o proyectos pendientes, como la prolongación de la autovía. Cree que, cuando se quiere, se puede, y O Ézaro es un ejemplo. Con la pandemia, accedieron a la cascada en solo cinco meses 280.000 personas, todas contadas. La Vuelta a España los puso en el mapa, y otras pruebas de ámbito nacional.