Será en O Conco, a partir de las 16.30 horas
10 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque los equipos no son para nada los de antaño, que ya no solo brillaban en la comarca, sino que incluso jugaban un papel importante en sus ligas a nivel autonómico, un Dumbría-Soneira no deja de ser un partido atractivo, con sabor a derbi comarcal y, si el campo lo permite, a equipos que practican uno de los mejores estilos de fútbol que se puede ver por la zona.
De ahí que, si hay partido lo que todavía no está nada claro con tal cantidad de lluvia, O Conco acogerá a partir de las 16.30 horas un choque, que aún no es de necesidades porque queda mucha liga, pero en el que los dos equipos deberían sacar algún punto si quieren consolidar sus respectivos proyectos este año, que no son especialmente ambiciosos, sino que se centran en no pasar apuros y eso implica sumar cuanto antes lo necesario para salvarse.
Por el momento, si de algo se puede hablar en ambos casos es de irregularidad porque el Soneira está décimo cuarto con 10 puntos y el Dumbría, aunque se sitúa undécimo, solo acumula tres más.
El entrenador local, Julián Ferreiro (Pedro Gómez, el técnico del Soneira no pudo ser contactado ayer), explica que solo tiene la baja de Juan porque cumple sanción después de ver tarjeta roja, y que llegan al encuentro con solo dos entrenamientos esta semana frente a los tres habituales. El del martes lo aplazaron al miércoles y el de ayer lo suspendieron porque era inasumible saltar a un campo, que además tiene tendencia a encharcarse, en esas condiciones.
Al margen de estas circunstancias puntuales, Julián, que desconoce los objetivos del Soneira, incide en la línea que tienen marcada de manera clara en el club y que persigue una «tempada tranquila», en la que consolidar esa apuesta porque «aproveitar o talento que sae dunhas categorías de base que teñen aos mellores da Costa dende Muros a Camariñas».
Lo de mantener un equipo en Preferente a cualquier precio, cuando además fichar es tan difícil estando lejos de Santiago y A Coruña, para el técnico y para el club ya no tiene demasiado sentido, y prefieren centrarse en «seguir traballando así de ben nas categorías inferiores e que os rapaces vexan que teñen saída, que non se perde ese talento». De ahí que ahora dirija un equipo al que subieron seis juveniles, con otros tres repescados y con mucha gente de segundo año. Pura juventud que para el entrenador, «ademais do crecemento que todos os equipos teñen ao longo dunha tempada», le permite «darlle algunhas pautas, algunhas consignas» para mejoren a nivel individual.