Dumbría recupera dos cruceiros, uno de ellos roto desde hacía nueve años

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

DUMBRÍA

SANTI GARRIDO

Arzobispado y Concello han colaborado en el arreglo de ambos monumentos

13 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dumbría se suma a los concellos de la zona que toman medidas para restaurar cruceiros, ya sean públicos o de la Iglesia, una actitud que rompe con una tendencia de muchos años de dejadez o demora excesiva en los arreglos en determinados casos en la comarca, especialmente en aquella época de robos indiscriminados. También está siendo más eficaz el propio Arzobispado, que tardó poco en arreglar el de Meanos, derribado en un accidente. El Concello de Fisterra tuvo que arreglar hasta en dos ocasiones el del Cabo, y el de Vimianzo, uno de Tines. El de Carballo ha encargado una obra de relieve a Anxo Cousillas para sustituir al destrozado del cementerio municipal, y la propia Iglesia ha levantado uno nuevo en A Milagrosa. Toma el relevo al del atrio de O Allo como más nuevo en la zona, también obra de Cousillas.

Pero en Dumbría han sido dos juntos, algo inhabitual. No están lejos el uno del otro. El que llevaba más tiempo descabezado, desde el 2009, a causa del temporal Klaus, era el que se conoce como Cruceiro das Herbas. Está situado entre Estimán y Sábade. A pocos metros del cementerio de colores. El Concello, por cierto, acaba de adquirir una nueva parcela justo al otro lado de la carretera, para aparcamiento. La cruz no presentaba grandes alegrías estilísticas, y la que lleva ahora, tampoco.

Diferente es el caso del de la Praza da Igrexa. Estaba tan mal que amenazaba con caerse al inicio de la primavera. Ahora ya está bien asegurado . Las dos actuaciones han sido posibles gracias a la colaboración del Concello y el Arzobispado.

Otro paso para proteger A Pedra da Serpe

Uno de los cruceiros más singulares de la Costa da Morte y hasta de Galicia, por su emplazamiento, es el de la Pedra da Serpe, un elemento cristianizado que aprovecha un milenario petroglifo. También se van a tomar medidas importantes, pero no porque esté roto (ya lo estuvo una vez, sino para evitar que pueda estarlo, alejándolo de los coches con el traslado del vial, y en general realzando mucho más su entorno, haciendo prácticamente un museo al aire libre.

El proyecto es grande, pero el procedimiento también. De momento, el Diario Oficial de Galicia publicó ayer el informe ambiental estratégico para ese plan especial de protección. Un documento amplio, que requiere el visto bueno y supervisión de numerosos organismos, y que la Consellería de Medio Ambiente había publicado en mayo pasado para su consulta.

Quedará aún mucho que hacer: expropiar casi 5.000 metros cuadrados (costarán algo más de 15.000 euros), trasladar el vial, crear un aparcamiento y senderos de acceso, áreas de descanso, paneles informativos... Hasta se rehabilitará un molino que está en las proximidades.