Veinte años del 15-M de Dumbría

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

DUMBRÍA

JOSE MANUEL CASAL

Tal día como hoy, centenares de personas se manifestaban por la ESO: nacía el espíritu de unión

15 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El área deportiva y cultural de O Conco, en la travesía principal de Dumbría, tiene un vistoso seto con la letras 15 de Maio, que así es como se llama técnicamente el recinto desde el 2002. Si el que pasa por delante no es vecino de la zona y tiene pocos años, ese 15-M le sonará más al movimiento social que se levantó para reivindicar cambios sociales y que acabó generando numerosas candidaturas populares en todo el país, sobre todo la de Podemos y afines.

Pero el 15-M de Dumbría es muy anterior: justamente cumple hoy 20 años. Un 15 de mayo de 1998 centenares de vecinos del municipio y de otros puntos de la Costa da Morte (entonces se habló de cerca de 3.000 personas) se desplazaron a Santiago para manifestarse y pedir (y visibilizar ante toda Galicia) que se mantuviese la ESO en el municipio. En aquella época se produjeron numerosos cambios en el mapa educativo y algunos centros se quedaron solo con infantil y primaria, por tanto hasta los 12 años (y no los 14 de la antigua EGB), y sin la opción de completar la enseñanza obligatoria, los cuatro cursos de ESO hasta los 16. En algunas zonas, directamente en los institutos. En otras, los colegios integrados mantuvieron esa opción.

Pero en Dumbría, no. Ni se esperaba ni se preveía ninguna solución de integración o centro nuevo, atendiendo a la reducción de alumnos. Y eso significaba que los niños se marcharían antes del municipio, sin generar cohesión social ni facilidades para las familias. Y eso en un lugar que, por razones históricas, ya estaba bastante fracturado, con niños en la capital municipal, en O Pindo, en A Picota o en Cee, y secundaria en Vimianzo y Cee, sobre todo.

«Foi un antes e un despois, fomos facendo Concello, sentindo orgullo»

De ahí que a finales del curso 97-98, viendo el panorama, padres, vecinos y Concello comenzaron a moverse para que Educación les garantizase la ESO. Y nació así un movimiento social impensable hasta entonces, que se caracterizaba más por que cada parroquia fuese por su lado. Comenzaron las asambleas multitudinarias en el comedor del colegio, los encierros (hasta casi tres semanas, por las noches), la solidaridad (una vez se unieron los jugadores del equipo de fútbol justo al terminar el entrenamiento), las acciones divulgativas con carteles o pegatinas con lemas como Que haxa ESO. También la presencia de vecinos en actos a los que acudían representantes de la Xunta -incluso al inicio del curso siguiente- para hacerles llegar su malestar.

Fueron tiempos reivindicativos, y se iba larvando un sentimiento de identidad y pertenencia nunca visto. Igual que la cascada con la Vuelta Ciclista a España fue el despegue turístico de Dumbría, el ansia de educación en el pueblo desencadenó la afirmación del orgullo propio. Sigue habiendo parroquias más orientadas hacia Cee, Mazaricos o Vimianzo por razones históricas y hasta familiares o económicas, pero en todas es común el vínculo: si antes era raro que alguien ajeno a la capital municipal se definiese como de Dumbría, ahora es lo contrario. Cabe pensar entonces cómo sería de haber logrado la ESO, porque los chavales (cada vez menos, como la población, en caída constante) deben salir para estudiar.

José Manuel Pequeño ya llevaba entonces 15 años de alcalde (este mes cumple 35 de su elección, aunque la efeméride toca en junio), y vivió aquellos meses vivamente. «Todo naceu por unha inxustiza. O que buscaban algúns era romper máis Dumbría, diluíla, pero non o conseguiron. Houbo unión, e coa unión a forza é moi importante».

Expresión de fuerza

Cree que aquel 15-M fue la expresión de la rabia de los vecinos, de su fuerza y de su unidad. «Parroquias que non tiñan aquel problema decidiron apoiarnos, loitar xuntos, e así foi saíndo logo todo o demais. Viñeron as infraestruturas, os servizos culturais, as actividades deportivas... Fomos facendo Concello, sentíndonos orgullosos de ser de Dumbría, sentimento que se mantén», explica.

Resume aquellos meses y aquel día como «un antes e un despois». El protagonismo no estuvo solo en él, sino en el colectivo, y en respaldos sin fisuras como el del párroco, Ramón Romero Carril, que no dudaba en ponerse delante de cualquier protesta, lo que incluso le causó algún disgusto.

«O peor sería non telo feito. Polo menos intentámolo»

Los padres y vecinos se agruparon y coordinaron en una gestora. La portavoz fue Rosa Blanco Beltrán, que además era madre de un alumnos del centro, de 9 años. «Foron días moi intensos», recordaba ayer.

«Aquilo significou un punto de inflexión en Dumbría. Foi un revulsivo, unha maneira de entender que, se se quere algo, hai que unirse, con independencia de que se logre ou non, que no noso caso non foi posible». Su fuerza, dice, «foron os intereses comúns, e logo de aí xa foron saíndo outros temas».

En la gestora

Ella ni siquiera era la presidenta del ANPA, el cargo la cogió casi de casualidad: «Non foi a dedo -bromea-, pero case. Nunha reunión falouse a ver quen se poñía de portavoz e saín eu. Tamén aceptei porque tiñamos razón, e eu cando a teño quero defendela, non son das que se volven atrás».

Ha pasado tanto tiempo que, aunque sigue viviendo y trabajando en Dumbría, ya está muy desvinculada del colegio.

La percepción que le queda de los años posteriores a lo que finalmente fue una desilusión es que muchos niños que tenían que irse al instituto otro pueblo, sobre todo Cee, y con 12 años en vez de 14, lo pasaban mal, porque estaban acostumbrados a un colegio casi familiar, con pocos compañeros en las clases, y de repente se encontraban con una saturación y un ambiente que a esa edad les impactaba mucho.

Rosa Blanco intenta ver aquel fracaso desde una perspectiva optimista: «Que non nos fixesen caso era unha posibilidade. Pero o peor sería non ter feito o que fixemos. Polo menos intentámolo. A xente apoiounos moitísimo, e non era nada fácil. Non había móbiles, nin redes sociais, nin WhatsApp para convocar... E todos responderon moi ben».