Patrimonio rechaza la pretendida ampliación de A Ponte Olveira

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

DUMBRÍA

modesto garcía quintáns

Pequeño asegura que ahora queda en manos de la Xunta proteger a los peregrinos

10 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia ha denegado por segunda vez la ampliación del puente de A Ponte Olveira, pretendida por la Deputación da Coruña y singularmente por su responsable de Obras, José Manuel Pequeño, quien, como alcalde de Dumbría, comparte con Mazaricos este histórico paso sobre el río Xallas.

Pequeño, que ya había intentado, también sin éxito, ampliar el puente -puerta de entrada del Camino en la Costa da Morte- en su anterior etapa en la Deputación, no oculta su contrariedad por la decisión. Defiende que el daño al bien patrimonial ya está hecho con los añadidos de hormigón y lo que ahora se pretendía: ampliar la plataforma y colocar pasarelas voladizas desmontables para nada afecta a lo que la construcción todavía tiene de original. «O problema téñeno aí e que o resolvan, que busquen unha solución, porque serán eles os responsables se un día hai un accidente cun peregrino», señaló, en referencia al Comité Asesor do Camiño de Santiago, en cuyo dictamen se basa la negativa de Patrimonio, y a la propia Xunta de Galicia. «Saberán moito, non digo que non, pois que o solucionen porque o patrimonio do Camiño non é só o cultural, vai moito máis aló e os peregrinos son parte del», añade

Por su parte, el alcalde de Mazaricos, Juan José Blanco, prefiere pasar página. «Xa o rexeitaron dúas veces, así que non ten sentido seguir con esta batalla. Hay que buscar unha solución alternativa, que ben sexa facer unha ponte nova e deixar esta reparada para os peóns ou construír un paso peonil alternativo», opina Blanco quien espera que «se había fondos da Deputación para isto, agora non se perdan» y que se puedan invertir en estas actuaciones, por más que coincida con su homólogo dumbriés en que la responsabilidad sobre la seguridad de los peregrinos la tiene la Xunta y que poner semáforos no tiene sentido.

Las pasarelas pretendidas y el resto de actuaciones complementarias, entre ellas 192.881 euros para limpieza, consolidación y un verdadero estudio histórico de su origen, contaban con el beneplácito de las técnicas municipales de Dumbría y Mazaricos. La Deputación la defendió por dos veces ante el comité con informes de expertos e incluso un estudio de la densidad del tráfico, pero la postura de los asesores del Camino no ha cambiado y, por tanto, tampoco la de Patrimonio. «O que compre é restaurar e dignificar a ponte existente, notable exemplo de enxeñaría civil histórica cun papel relevante na vertebración do territorio e na súa caracterización cultural», dictaminó el pleno del comité, que si se muestra favorable a las actuaciones de limpieza y conservación. Ahora bien, para nada acepta la ampliación de la plataforma y las pasarelas que, aunque no afectan a las partes históricas del puente, «habería que puntualizar que non directamente pola ancoraxe dos novos elementos da ampliación que van sobre a plataforma de formigón existente», sino porque «as ampliacións propostas reforzan a liña de actuación da intervención do 1962, minorando a visión da ponte histórica pola ampliación nuns 2,5 metros a cada lado da plataforma». Entienden los expertos que si bien la Deputación explica que la solución de los semáforos no es viable, «existe unha alternativa factible, pero que debería ter carácter temporal [...] que é construír unha pasarela peonil separada da ponte histórica», ya que el objetivo «non pode pasar por continuar ampliando o tráfico rodado sobre ela».

Un poco de historia

Aunque Artaza Malvárez, tal como recoge el informe de la Deputación, defendió el origen romano de A Ponte Olveira, no existe prueba documental ni base científica para afirmar algo así, porque en ningún sitio está recogido que la vía per loca marítima, que pasaba por esta zona, cruzase el Xallas, y tampoco hay vestigios arqueológicos que lo respalden. Ni siquiera las propias características de la obra se corresponden. Si figura en los privilegios que el rey Sancho IV de Castilla concede a Muros (1286) Olveira como uno de los extremos de su dominio, con lo que cabe presuponer que ya entonces podía existir algún tipo de puente sobre el Xallas en este punto. Donde aparece representada sin lugar a dudas es en el mapa de Fontán de 1834.

Históricamente y hasta la construcción del embalse de Fervenza tanto el puente como la propia aldea era objeto de frecuentes inundaciones, con lo que ni siquiera se utilizaba para los carros, que vadeaban el río por un paso próximo. De hecho, hasta la apertura de la carretera en los años 50 el paso a vehículos estaba vetado con piedras verticales.

La estructura, protagonista en la resistencia contra los franceses, quedó muy desvirtuada con las obras de 1962, criticadas desde todos los frentes.