Los empleados de Ferroatlántica en Monzón aceptan vender las centrales

La Voz CARBALLO / LA VOZ

DUMBRÍA

La inversión prevista en Huesca es muy inferior a la contemplada en Cee y Dumbría

25 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El 74,5 % de los trabajadores de Ferroatlántica en Monzón (Huesca) apoyaron la venta de las cinco centrales eléctricas que la compañía tiene en aquella comarca aragonesa y el plan industrial de mejora de la fábrica, con unas inversiones que suman 13 millones. La situación de Ferroglobe (sociedad controlada por Ferroatlántica) en la comarca oscense es similar a la de Cee y Dumbría, pero en la Costa da Morte los trabajadores se oponen radicalmente a la venta de embalses y generadores.

El apoyo del personal de Monzón al plan de la empresa fue incluso superior al de Sabón (67 %). Allí tiene una fábrica de silicomanganeso superafinado y ferromanganeso de alta pureza y cinco centrales hidroeléctricas en los ríos Cinca y Ésera. La plantilla está formada por 185 personas, además de otras 40 de empresas auxiliares. En Aragón, las inversiones de Ferroglobe son muy inferiores a las propuestas para Cee y Dumbría. Allí se compromete a realizar mejoras en la factoría por valor de «5 millones de euros y otras por al menos 8 millones tras la realización del correspondiente estudio», según informó la empresa. Al igual que en Cee y Dumbría, también garantiza que ningún trabajador será despedido en siete años. Por otra parte, catorce empleados podrán acogerse a jubilaciones parciales para ser sustituidos por otros empleados de relevo. Otro compromiso con los operarios aragoneses es que va a incrementar la competitividad de la fábrica contratando más energía por el sistema de la interrumpibilidad.

Al contrario que en la Costa da Morte, los trabajadores de Monzón aceptaron la venta de las centrales a cambio de las mejoras. Ferroglobe también asegura que los 20 puestos de trabajo de las centrales quedan garantizados. Tanto en Monzón como en Cee y Dumbría, las fábricas recibían hasta el 2007 suministro eléctrico de las centrales propias, pero desde entonces la compañía se abastece de energía a través del sistema de interrumpibilidad. La propia ley prohíbe a Ferroglobe consumir lo que genera en sus propias centrales hidroeléctricas. Así es que ambos negocios están separados de hecho y legalmente, con lo que la producción energética ya no es estratégico para la compañía.

Para la zona de la Costa da Morte, Ferroglobe propone un nuevo horno en Dumbría, donde también se instalaría una planta de carbón vegetal y otra de sinterización de fino de manganeso en Brens, así como otros 15 millones para la mejora de las dos factorías y 46 prejubilaciones con los relevos correspondientes. Una inversión que supera los 50 millones y el centenar de empleos directos a mayores, además de garantizar que no habrá despidos en 7 años. El plan industrial incluye, asimismo, una planta de silicio metal en Sabón, con una inversión de casi 50 millones de euros, para un centenar de empleos directos. Las inversiones se financiarían con la venta de las diez centrales de Monzón, Dumbría y Vimianzo.