Brookfield tendrá su sede en Dumbría si compra las centrales de Ferroatlántica

cee / la voz

DUMBRÍA

JOSE MANUEL CASAL

Ferroglobe dice que la venta está en «negociación avanzada con los sindicatos»

18 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Brookfield Renovables, el grupo canadiense que aspira a comprar las centrales de Ferroglobe en los ríos Xallas y Grande, tiene intención de instalar en Dumbría la sede de la nueva compañía que creará para gestionar sus activos de energías renovables en toda la Península Ibérica. Esto incluiría, además de las hidroeléctricas, los parques eólicos con las que ya cuenta en Portugal.

La firma canadiense, que opera en más de 30 países, cuenta en estos momentos con 10.000 megavatios de renovables instalados y es el candidato mejor situado para hacerse con las centrales hidráulicas que venderá Ferroglobe, según fuentes conocedoras de la operación. De este modo, la multinacional de las ferroaleaciones, controlada en la mayoría de su capital por el Grupo Villar Mir se centrará en su actividad estratégica, con un plan industrial que, según dice, invertirá 150 millones de euros, supeditados a la venta de los activos energéticos, declarados como «no estratégicos».

El grupo canadiense no solo garantizaría el mantenimiento del empleo actual de las centrales, sino que «incrementará su actividad y recursos en la zona», siempre según estas fuentes. De hecho, ese fue el camino seguido en Irlanda, donde Brookfield desembarcó en el 2014 con la compra de 326 megavatios eólicos y dos años después ya se encontraba en los 470 con otros 60 en construcción. Durante ese tiempo, la inversión realizada en el país europeo supera los 100 millones de euros y la compañía ha incorporado a sus equipos profesionales a 85 trabajadores más de manera estable.

Esta iniciativa supone que la nueva empresa a ubicar en Dumbría, utilizaría la sala de control y el equipo técnico ubicado en Galicia para gestionar tanto las centrales como los parques de Portugal. Además, la operación supondría el nacimiento de una nueva compañía gallega llamada a crecer con más inversiones en energía hidroeléctrica y solar en la propia comunidad y en el resto de España, han revelado fuentes que participan en la negociación.

Señalan, asimismo, que la operación no solo garantiza la continuidad de los empleos que mantiene actualmente Ferroglobe en el campo de la generación de energía eléctrica, «si no que abre la puerta a un negocio en crecimiento, tendencia a la que no se llegaría en manos de su actual propietario, cuya prioridad son las ferroaleaciones».

El grupo canadiense considera la Península Ibérica, y especialmente Galicia, como un mercado estratégico, por sus condiciones de aprovechamiento de las fuentes hidráulicas y eólico. De ahí que muestre su convencimiento de que habrá nuevas inversiones que incorporar a la empresa ubicada en Dumbría. De hecho, actualmente ya gestiona activos valorados en más de 23.000 millones de euros y su presencia en el sector de la energía está concebida a largo plazo, ya que es su campo natural de actividad.

Refuerzo de Ferroglobe

Ferroglobe entiende que la enajenación de los activos eléctricos vendría a reforzar los efectos que sobre las plantas de Cee, Dumbría y Sabón tendrá su propio proyecto industrial. Esta previsión incluye, entre otros compromisos, la construcción de una fábrica de silicio solar, otra de carbón vegetal y la modernización de las factorías de la comarca de Fisterra. Garantizaría, según reiteró la compañía en varias ocasiones, el empleo existente, así como la incorporación a la plantilla de trabajadores a tiempo parcial y discontinuos. Eso sí, insiste en que el programa «está supeditado a la venta de las centrales eléctricas» que actualmente «se encuentra en negociación avanzada con los sindicatos».

Aunque no ha trascendido la ubicación de la hipotética futura sede de Brookfield, Ferroatlántica, ahora enmarcada en Ferroglobe, ya tiene un centro de control operativo en O Ézaro, desde el que trabajan los profesionales asignados a las hidroeléctricas, actividad en estos momentos jurídicamente ligada a las ferroaleaciones. Con el nuevo plan, ambas líneas de negocio quedarían definitivamente desvinculadas y cada una seguiría su evolución: la eléctrica con Brookfield y las fábricas con Ferroglobe.