Del segundo invierno más lluvioso en 50 años a embalses medio vacíos

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

DUMBRÍA

josé manuel casal

Fervenza, referente de Ferroatlántica, está a una cuarta parte de su capacidad total

09 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La mejor prueba del contraste radical entre la primera mitad del año y los últimos meses en cuanto a precipitaciones en la Costa da Morte la ofrecen los datos recogidos por la empresa Ferroatlántica, propietaria de los embalses de la cuenca del Xallas. Así si desde enero el presente ejercicio ha alcanzado el segundo puesto de los últimos 50 años, entre junio y septiembre la falta de agua ha convertido este período en el sexto más seco de esa misma firma histórica, según los datos ofrecidos por la compañía.

De hecho, en estos momentos, el pantano de Fervenza, que es el que habitualmente se emplea como referencia, porque el resto son, en esencia, generadores de energía con las centrales que tienen asociadas, almacena solo una cuarta parte de los 103 hectómetros cúbicos que tiene de capacidad máxima. No se trata de un dato alarmante, teniendo en cuenta que se sitúa más o menos en la media de los últimos 10 años por esta época, fijada en el 28,35 % del total. Sin embargo, si se compara con la misma semana del 2015 la diferencia sí que resulta muy significativa, ya que hay la mitad del agua; entonces estaba al 54,37 %.

Independientemente de los distintos ejercicios, en los que intervienen múltiples factores, no solo la lluvia, sino la configuración del mix energético en su conjunto, los embalses del Xallas, son, de largo, el negocio más rentable del Grupo Villar Mir, con beneficios que se cuentan por decenas de millones de euros cada año. Un rendimiento económico al que se suma el de las fábricas de ferroaleaciones -actualmente, porque cuando la firma se las compró a Carburos Metálicos solo daban pérdidas- y convierten a Galicia en una región estratégica para las empresas del exministro, que ahora tienen al frente a su hijo, Juan Villar-Mir.

Si la zona resulta vital para la empresa, más en momentos como estos en los que atraviesa enormes dificultades financieras, sobre todo a cuenta de su constructora OHL y otras líneas de negocio, la presencia de Ferroatlántica también marca el ritmo económico en una parte importante de la Costa da Morte. Solo en las fábricas de Cee y Dumbría emplea a más de 250 personas, con lo que las noticias de estos días, en las que la propia Ferroglobe, compañía en la que está integrada Ferroatlántica, reconoce que hay contactos para vender las centrales, han disparado todas las alarmas.

Evidentemente los primeros preocupados son los propios trabajadores. Ayer mismo varios de ellos se preguntaban qué va a pasar con las plantas, qué hay de cierto en esto proceso de venta -que Ferroglobe dice que ni siquiera ha iniciado- y si realmente la compañía podría vender las centrales sin las fábricas. Carecen de información directa alguna -de hecho los consultados están convencidos incluso de que tampoco saben nada sus jefes directos- y de ahí la incertidumbre, que no es la primera vez que les afecta.

Si los negocios de la empresa en la zona son sustanciosos y generan empleo de calidad tampoco han estado exentos de polémicas a lo largo de los últimos años, sobre todo medioambientales, como la que le obligó a la empresa a avalar el año pasado 8,5 millones de euros por el secado de la cascada. Atravesaron incluso serias dificultades, con un ERE para más de 200 personas en el 2009. Sin embargo, en estos momentos, como atestiguan los movimientos en el puerto de Brens, la actividad es óptima y la comarca no se puede permitir el lujo de pensar siquiera en perderla.