En algunas carreteras se hizo bastante dificultosa la circulación. La cascada de O Ézaro lució una bonita imagen
08 ene 2016 . Actualizado a las 18:41 h.Campos inundados, algunas carreteras prácticamente intransitables (yendo hacia el embalse de A Fervenza, en un tramo de Olveira, por ejemplo) y ríos desbordados fueron ayer imágenes habituales en la Costa da Morte. A la altura de A Granxa, en Entrecruces (Carballo), tuvo que acudir por la tarde Protección Civil a causa de la gran cantidad de agua en ese punto de la carretera que comunica la capital de Bergantiños con Santiago. Viales en zonas como Santa de Baíñas (Vimianzo) o A Boudañeira, en Olveira (Dumbría), ofrecían una imagen de impacto, en el último caso incluso con algo similar a olas. Aunque sin mayores consecuencias, el GES de Ponteceso tuvo que intervenir en O Couto y A Campara, por sendas inundaciones. El paseo fluvial de Vimianzo se quedó pequeño para el caudal, el de Baio lo cubrió el agua, el Anllóns salió a pasear por el entorno verde del parque de San Martiño carballés y A Fervenza recuperó un buen nivel de ocupación. En la jornada de ayer, además, visitantes y vecinos de Dumbría pudieron disfrutar de una bella postal con la cascada de O Ézaro, plena y con el agua bajando con enorme fuerza. Sí hubo que lamentar daños materiales en la comarca de Fisterra: en lo que va de invierno, seis lanchas acabaron contra las piedras o en la playa en Corcubión. La última, Xuncal, la pasada madrugada: rompió amarras y quedó gravemente dañada justo debajo del hotel Hórreo. Los daños sufridos hicieron imposible su remolque por el mar y se hizo necesaria una grúa para retirarla.