El joven arquitecto de O Ézaro y sus socios del estudio LCG coruñés ganaron un concurso internacional para reformar y revitalizar un barrio de la ciudad polaca
15 dic 2015 . Actualizado a las 07:51 h.Le gusta poco figurar y prefiere que le tomen a él y sus socios como profesionales serios que responden a las necesidades de los clientes que como técnicos estrella centrados en las florituras, pero pese a su juventud el arquitecto dumbriés Fernando Eiroa Lorenzo ya logró el premio de arquitecturas efímeras del COAG por su intervención en el Festival do Norte y ahora su proyecto para reformar un barrio de Varsovia (Polonia) ha resultado elegido en el prestigioso Europan. Por si fuese poco, LCG Arquitectura, el estudio que tiene junto a Jorge García Anta en A Coruña, y en el que colabora Alberto Seoane Sesar, también obtuvo una mención especial, algo así como un tercer premio de Europan para integrar el Ayuntamiento, el Mercado, el campo de la feria y el estadio de fútbol de Santo Tirso, una ciudad portuguesa próxima a Oporto y Braga.
En Polonia, según explica Fernando, el proyecto consiste en revalorizar un barrio de Varsovia entorno al museo previsto para albergar unas piezas arqueológicas encontradas. «Non me gusta comparalo, porque é outro nivel moi distinto -dice con la modestia siempre por delante- pero é algo así como o que fixeron co Guggenheim en Bilbao».
Construible
Ganar el concurso no significa directamente que le vayan a dar la obra, pero sí que estos certámenes, a los que los aspirantes, menores de 40 años, se presentan de manera anónima, pretenden que el proyecto tenga una utilidad práctica, es decir, quesea construible. De hecho, para finales del año que viene ya tienen prevista una ronda de visitas destinada a explicarle la idea a los vecinos de la zona.
Fernando, que siempre habla en plural, porque le da un alto valor al equipo que forma desde hace 10 años con sus compañeros de promoción, destaca la importancia de «chegar a un equilibrio entre a necesidade do cliente e a nosa maneira de entender o oficio», ya que ven su profesión como «algo máis próximo ao artesán que ao artista. Entendemos que a arquitectura non é un obxecto, senón un contedor de actividade, onde se desenvolve a vida das persoas. Por iso entendemos que o uso é moi importante, por enriba das consideracións estéticas».
Como referentes tienen al ceense Juan Creus y a Manuel Gallego Jorreto y como objetivos «manter as inquedanzas e a ilusión polo que se fai». De ahí que, al margen de los concursos, «que é a única maneira de entrar en proxectos grandes», estén centrados en el día a día que pasa por reformar casas, locales comerciales y, sobre todo, construir viviendas unifamiliares. Aunque tienen la sede en A Coruña van allí donde les llaman y en la zona, por ejemplo, lleva su firma una casa de Sardiñeiro (Fisterra) y un par de proyectos de rehabilitación en A Curra (Carnota).
«Non me quero poñer cursi, pero cando saen as cousas gozas delas, ves o proxectos un pouco como fillos, non te limitas a vender un produto, intentas aportar un pouco máis», concluye Eiroa, que junto a sus compañeros presentará estos diseños premiados el viernes en la delegación de A Coruña del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia, un acto que también preparan con especial ilusión.