La cosecha ha sido anticipada, abundante y de calidad, pero con altos costes de producción

CORISTANCO

En Coristanco, esta labor es cada vez más profesional l y la mayor parte de los agricultores han sabido responder a los retos
14 sep 2023 . Actualizado a las 21:21 h.La cosecha de patatas se ha adelantado mucho este año y la mayor parte de los campos están ya recogidos incluso desde mediados de agosto. Las altas temperaturas han propiciado esta situación, pero también han provocado altos costes de producción porque ha venido acompañadas de una fuerte humedad, lo que ha propiciado una gran presencia de mildiu y otras enfermedades a las que los productores han tenido que hacer frente con una importante cantidad de productos fitosanitarios. Además, el precio del abono sigue muy elevado, lo que se ha sumado a la situación concreta de esta campaña.
Sin embargo, la cosecha ha sido abundante y de calidad. En Coristanco, la producción es cada vez más profesional y la mayor parte de los agricultores han sabido responder de forma adecuada a los retos que se les han presentado a lo largo del ciclo de los tubérculos, que este año ha sido especialmente corto.
En la patata temprana ha habido más producción que en ocasiones anteriores porque la demanda del mercado es también mayor. Asimismo, ha sido muy importante el hecho de que se dieran buenas condiciones para plantar a principios del año, con lo que la mayor parte de los campos salieron adelante.
El presidente de la asociación de productores de Coristanco, Juan Ramón Sanjurjo, comentó que el rendimiento por hectárea ha sido bastante bueno y que la calidad también está asegurada. Todavía quedan algunas fincas sin recoger en estos momentos, pero son las mínimas.
La subida de los costes de producción ha hecho además que se hayan reducido las plantaciones de productores aficionados, sobre todo de los jubilados.Los profesionales han aumentado la extensión que han dedicado a las patatas, por lo que la cantidad que se ha obtenido es bastante alta. A pesar de eso, el precio sigue siendo elevado y se sitúa al público en 1,40 euros. Ello se debe no tanto a la falta de producto sino a lo mucho que ha costado el cultivo.
Lo que no crece es el número de agricultores que están bajo de la Indicación Xeográfica Protexida Pataca de Galicia y es probable que sean menos en el futuro, sobre todo desde que se extendió a todo el territorio de la comunidad autónoma. En Coristanco hay apenas una docena de productores que están bajo el paraguas de la denominación oficial. En esa localidad bergantiñana siguen batallando para conseguir una marca que les diferencie, pero en las condiciones actuales se hace muy difícil, sobre todo porque han desaparecido las subzonas.
Patata de Galicia no permite que en el embolsado se haga ninguna distinción sobre el origen, lo que perjudica en la zona porque el precio a la que se venden los tubérculos en los mercados locales es mucho mayor.