Una carballesa debe ir a Coristanco para que su hijo disfrute de un columpio adaptado

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

ANA GARCIA

Javier sufre síndrome de West y tiene la edad mental de un niño de 2 años, por lo que los ratos en el parque son fundamentales para su bienestar

06 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Carmen Blas vive desde hace poco más de un año en  Carballo. Llegó a la localidad con su hijo Javier, que sufre síndrome de West, una encefalopatía epiléptica que provoca, entre otras cuestiones, retardo del desarrollo psicomotor. En el caso de este chico, que tiene 16 años, su edad mental es la que un niño de apenas 24 meses, por lo que una de las cosas que más le divierten es ir al parque. De hecho, estas salidas son, según explica su madre, un hábito adquirido y, tras su traslado, se puso a buscar un lugar en el que Javier pueda columpiarse. Le dijeron que había uno adaptado en el Rego da Balsa, pero la mujer explica que cuando llegó allí se encontró con una instalación que hacía ya años que no estaba normativamente adecuada para niños con diversidad.

Curiosamente, esta mujer y su hijo han encontrado en el pequeño y vecino municipio de Coristanco una solución a las carencias que presentan los parques carballeses. «Nos hemos pasado todo el verano en A Rocheira», un enclave en el que además del parque adaptado a las características de Javier y demás niños en una situación parecida a la suya, hay unas piscinas y unos jardines que les ha servido de lugar de esparcimiento mientras ha hecho buen tiempo. Tales han sido las facilidades, explica Carmen Blas, que en cuanto el gobierno local supo la situación, reservó plazas para minusválidos, porque Javier tiene que desplazarse dependiendo de la época y de la profundidad de sus ataques en silla de ruedas.

Contacto con el concello

Carmen Blas explica que se puso en contacto ya desde el año pasado con el alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, para hacerle saber que el columpio que había y que terminó cayendo no cumplía las necesidades de muchos niños con diversidad por varias razones, como la altura, la amplitud o el ruido que hace al ser utilizado y que es demasiado estridente para los usuarios que sufren autismo. Además, tampoco tiene una protección adecuada para la espalda o el cuello, teniendo en cuenta que muchos de estos niños y jóvenes tiene poca fuerza en esta parte de su cuerpo.

Carmen Blas recordó que el Concello de Carballo tiene dos proyectos para mejorar las instalaciones de los parques. Uno de ellos, está financiado por la Diputación de A Coruña y es el que corresponde a los jardines urbanos. El alcalde, Evencio Ferrero, aseguró que cuando se proceda a la ejecución de las mejoras se pondrán en contacto con esta madre para que les informe de las directrices que deben seguir para contar con un columpio adaptado. La mujer, que vive en la zona del San Martiño, pide que la colocación de un juego adecuado se realice en la plaza del Concello, la zona más próxima a su casa.

Recuerda Carmen Blas que todos los niños, al margen de su estado o condición, tienen los mismos derechos y uno de los fundamentales es poder jugar como el resto. Explicó además de poner un columpio que pueda ser utilizado por todo el mundo tampoco resulta mucho más caro, aunque sí hay que tener voluntad para ello.