El entierro de un joven fallecido en accidente acaba con un cura denunciado ante el Arzobispado

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

El párroco se negó a oficiar una misa por un chico muerto en Cerceda en los días que se lo pidió la familia. Al final fue «cuando él quiso». El Arzobispado habla de «un malentendido»

29 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Alejandro Pensado Barbeira falleció en accidente de tráfico en la madrugada del sábado 19 en Cerceda. Su vehículo, un Ford Focus de color rojo, chocó de frente contra un camión de la basura. Pereció en el acto. Tenía 23 años.

Álex, como lo conocían, residió la mayor parte de su vida en el lugar Moucos, en la parroquia de Cuns, Coristanco, pero desde hacía unos tres años vivía en Estévez (Castriz-Santa Comba). La familia había decidido que el joven recibiera sepultura en el cementerio parroquial de San Pedro de Xallas de Castriz. Pero además de la pérdida de un ser querido, en este caso además un chico joven que tenía toda la vida por delante, las exequias se encontraron con un problema.

Según allegados de Álex, el párroco encargado de oficiar el funeral y posterior entierro, Juan Sanjurjo Arias, no puso facilidades a la hora de fijar la hora y el día del funeral y posterior entierro. «Se lo pedimos por favor que fuera el domingo [día 20]. El padre de Álex, José [albañil de profesión], permanecía ingresado en el hospital con nueve costillas rotas y pendiente de una operación en un hombro después de sufrir un accidente laboral. Le tuvimos que dar la noticia de que su hijo había muerto en accidente estando ingresado en el hospital. Los médicos le dieron el alta para poder despedirse de su hijo. Ahora está en casa a la espera de regresar al hospital para que lo operen. Pero el cura de Castriz se negó a enterrar a Álex el domingo», apuntó una allegada directa del joven fallecido. 

«Le pedimos entonces que, por favor, fuera el lunes [día 21] por la mañana, pero el cura también rechazó esta posibilidad. Desconocemos los motivos. Nos dijo literalmente que no le daba la gana. Hablamos de un joven de 23 años. Bastante dolor tenemos ya en la familia para que aún por encima el cura actuase con nosotros como lo hizo. Le faltó humanidad y empatía en un momento tan doloroso y complicado». Al final, los oficios se celebraron a las cuatro de la tarde del lunes día 21, «cuando el párroco quiso», sentenciaron en el entorno familiar tras despedirse de Álex, algunos familiares decidieron tomar cartas en el asunto contra el sacerdote «para que otras familias no sufran en un futuro la falta de empatía y la nula humanidad de este sacerdote con sus feligreses», manifestaron.

Dicho y hecho. Una tía y la madre del joven fallecido acudieron al mediodía de este lunes a la sede del Arzobispado de Santiago para interponer la correspondiente denuncia contra Juan Sanjurjo Arias. Se reunieron con el vicario por espacio de una hora. «Pedimos que nos cuñaran la denuncia. No nos marchamos de allí hasta que no nos la cuñaron. No queríamos solo buenas palabras, lo queríamos todo por escrito y firmado. Exigimos disculpas públicas por parte del párroco y reclamamos a la Iglesia que tome medidas inmediatas contra este sacerdote para que no vuelva a actuar como lo hizo con nosotros. No queremos que estas actitudes se vuelvan a repetir».

La versión del Arzobispado difiere de la facilitada por esta allegada de Alejandro Pensado: «El sacerdote se puso a disposición de la familia. Lo hizo a través del tanatorio». Según la Iglesia, «en los domingos de Cuaresma se recomienda no celebrar misas de acompañamiento del difunto, por eso el párroco ofreció dos alternativas: la primera, enterrar al joven el domingo y celebrar la misa funeral el lunes, u oficiar todo junto el lunes. Sobre las diez de la noche del sábado desde el tanatorio se le planteó el lunes a las cuatro de la tarde. El cura entendió en todo momento que fue algo consensuado entre el tanatorio y la familia del joven». En el Arzobispado hablaron de «malentendido», pero dejaron claro que el sacerdote no ha pretendido jamás hacer daño y mucho menos actuar de manera unilateral en un caso tan delicado como este.

Sin embargo, en la familia de Álex Pensado creen que esta versión no se ajusta a la realidad: «Pretenden culpar ahora al tanatorio de lo que hizo el párroco. Y no es cierto. La realidad es que se le pidió, se le suplicó al cura que, por favor, pensara en nosotros, sobre todo en el padre de Álex, pero se negó a celebrar el entierro el domingo y el funeral el lunes por la mañana, que fue otra de las alternativas que le ofrecimos para no incumplir la norma de que los domingos de Cuaresma no se pueden oficiar misas de acompañamiento del difunto».