Coristanco y Muxía pagan con una multa la tangana del domingo

m. rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

ANA GARCIA

A Mauricio le cayeron cinco partidos, y a Felipe Barreiro y Adrián Parga, cuatro

14 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La última jornada disputada de fútbol ha dejado varias sanciones severas para algunos clubes y jugadores de la comarca. El Coristanco, el Muxía y el San Martiño han sido sancionados con sendas multas, mientras que futbolistas del Camelle y del Sporting Seaia, por agresión. Asimismo, ha habido otros castigos en distintas entidades por protestas, insultos o amenazas. Como es habitual, la mayoría de ellas se concentran en Segunda Galicia y, más concretamente, en A Costa. Vayamos por partes.

Coristanco y Muxía

El Coristanco y el Muxía se midieron en A Rocheira, en el encuentro correspondiente a la vigesimoprimera jornada de la Liga da Costa, que terminó con victoria por 1-3 para los visitantes. Tanto un club como el otro fueron sancionados por el Comité de Competición y Disciplina con una multa por «conductas graves contrarias al buen orden deportivo y por los incidentes producidos en el partido, con tangana tras la consecución del tercer gol, y con la suspensión temporal del encuentro durante media hora». A mayores, el jugador local Mauricio Caamaño fue sancionado con cinco partidos de suspensión: tres de ellos por «tentativa de agredir a otro, sin causar lesión, estando el juego detenido o a distancia tal que resulte imposible intervenir en un lance de aquel», y dos por «insultar, ofender, amenazar o provocar a otro».

El secretario del Coristanco, José Lorenzo, y el entrenador del Muxía, Diego Lobelos, dieron ayer su versión de los hechos. Ambos le restaron importancia al asunto, alegando que no fue para tanto y que en ningún momento se llegó a las manos, si bien reconocieron que tras la expulsión del portero por provocar un penalti, que el propio Víctor Alcaina transformó en el 1-3 definitivo, y tras otra expulsión de otro futbolista coristanqués, varios jugadores se encararon, saltando gente de las gradas, en todo caso, dicen, para intentar calmar los ánimos.

El secretario del Coristanco comenta que el portero local regresó al césped toda vez que ya estaba expulsado al celebrar los muxiáns el gol dirigiéndose a él. Por su parte, el entrenador del Muxía señala que espera que el Comité retire la sanción a su club, ya que, según cuenta, sus jugadores no hicieron nada.

Por el momento, ambas entidades han sido sancionadas con una multa de 121 euros cada una. En el caso del Coristanco, es el segundo partido polémico consecutivo que vive. La semana anterior se enfrentó al Castriz y el choque hubo de ser suspendido al quedar los visitantes con seis hombres, luego de muchos de ellos ser expulsados por protestar al árbitro. «Van dous partidos revoltos, cando os nosos nunca tiveron problema algún. Andan nerviosos, cando non nos estamos xogando nada. Imos ter unha reunión con eles porque non podemos seguir con esta actitude», dijo José Lorenzo.

Fue un partido en el que el Muxía fue superior, yéndose al descanso 1-2. La segunda parte arrancó más igualada, pero el 1-3 en el minuto 74, las dos expulsiones del Coristanco y la media hora de suspensión, dio por zanjado el encuentro, aunque después se reanudó con tranquilidad.

San Martiño

El tercer club multado tras la última jornada fue el San Martiño, del grupo coruñés de Segunda Galicia, si bien en este caso «por alteración del orden del encuentro, de carácter leve, una vez concluido» y, por tanto, de una cantidad inferior a abonar: unos 30 euros, cuentan desde la entidad cercedense, que jugó a domicilio contra el Xuventude de Crendes.

Los visitantes muy pronto abrieron la lata ante el líder, que no empató el encuentro hasta el final: 1-1. «Houbo os típicos piques entre os xogadores», explicó el directivo del San Martiño Daniel Queijo.

El portero local fue expulsado con roja directa al término del choque y castigado con un partido «por dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración, o dirigir amenazas a estos cuando no se revele la intención de llevarlas a cabo, siempre que la acción no constituya falta más grave».

El club de Abegondo fue multado por el mismo motivo y, entonces, con la misma cantidad a abonar, pero, también, por «hechos que se califiquen como graves». De hecho, desde el Comité ya lo aperciben de que «si se producen hechos análogos por segunda vez en la misma temporada, se les clausurará el terreno de juego.

Camelle y Sporting Seia

Ya en Tercera Galicia, un jugador del Camelle y otro del Sporting Seaia, que se midieron el fin de semana en O Rodeiro con empate a un gol, han sido sancionados con cuatro partidos de suspensión por «agredir a otro, sin causar lesión, estando el juego detenido o a distancia tal que resulte imposible intervenir en un lance de aquel». Se trata de Felipe Barreiro, por los locales, y de Adrián Parga, por los visitantes.

El presidente del Camelle, José Luis Romaní, y el directivo del Sporting Seaia, Martín Recarey, coincidieron en indicar que el castigo al jugador camariñán fue por encararse con un rival, aunque sin llegar a más, mientras que la sanción a Parga fue por protestarle al árbitro. De esta manera, desde la entidad malpicana ya se han puesto manos a la obra para que el Comité recule en esta sanción, así como también señalan que hay otro error en el castigo de un partido al futbolista Josi Suárez por «protestar reiterada u ostensiblemente al árbitro principal, a los asistentes o al cuarto árbitro, siempre que no constituya falta más grave».

Fue un choque entre dos equipos que pelean en los últimos coletazos de la liga por disputar la fase de ascenso.

Otras sanciones

Asimismo, ha habido otros integrantes de distintos clubes que han sido sancionados por conductas inapropiadas. Juanma, jugador del Paiosaco, recibió dos partidos por «protestar al árbitro principal, a los asistentes o al cuarto árbitro»; Javi Fuentes, delegado del Laracha, dos partidos por «dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración, o dirigir amenazas a estos cuando no se revele la intención de llevarlas a cabo, siempre que la acción no constituya falta más grave», en dos ocasiones (antes y después de ser expulsado); el jugador del San Lorenzo Alejandro Ramos, dos partidos por este mismo último motivo, y David Álvarez, del Buño, uno por «insultar, ofender, amenazar o provocar a otro».

Supuesta alineación indebida

Por otra parte, el Buño presentó una reclamación por presunta alineación indebida del jugador del Muros Xoaquín Fabeiro, alegando que se halla de baja médica.