El Soneira denuncia el arbitraje del choque contra el Val do Ulla

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

BASILIO BELLO

El colegiado expulsó a tres vimianceses en apenas dos minutos

12 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A veces, en un partido de fútbol priman más otras cosas que el propio deporte. Eso fue lo que sucedió en el Val do Ulla-Soneira (0-0), de Primera Autonómica, disputado el pasado domingo en el campo de O Coto. Con solo mirar el acta arbitral, llama la atención que en apenas dos minutos (65 y 67) hubiera hasta tres expulsiones en el cuadro visitante. Pero, es que si además se escucha la versión del club vimiancés sobre cómo se produjeron estas, todavía resulta más sorprendente.

«Un xogador noso [Darío Pardiñas] nun momento do partido di un insulto e o árbitro [Otero Varela] ensínalle o cartón amarelo. El achégase ao colexiado para explicarlle que en ningún momento se referiu á súa persoa, senón que foi por enfado persoal consigo mesmo, e acto seguido o árbitro sácalle a segunda tarxeta», comienza explicando el entrenador, Pedro Gómez. «Eu diríxome a Otero para preguntarlle cal é o motivo desa dobre amoestación e o que recibo por parte del son palabras sen respecto e educación ningunha, ademais dun cartón vermello», añade. ¿Y cómo terminó la cosa? «O delegado do equipo [Sergio Miñones], sen entender nada, érguese para protestar por esta segunda expulsión, pero sendo respectuoso, e ve outra tarxeta da cor do sangue», sentencia.

Antecedentes

El técnico nos pone en antecedentes: «Xa antes de comezar o partido, vimos que o árbitro tiña moi bo rollo co conxunto rival, como que se coñecían, e en cambio con nós, moita seriedade e contundencia. En cambio, sobre o campo, a arbitraxe foi perfecta, con poucas interrupcións, ata cumprirse a última media hora de partido, claro», explica. «Nunca vivira unha situación así, tan inxusta, en todos os anos que levo no fútbol», lamentó. Asimismo, dijo que nunca antes este árbitro, que era joven, había pitado un encuentro del Soneira, de modo que no lo conocían.

Ante esta situación, el club decidió no quedarse con los brazos cruzados, y tomó medidas: «Presentamos un escrito no colexio de árbitros solicitando que retiren as sancións. Máis que nada, porque o artigo 102 di que se o adestrador formula unha queixa ó colexiado dende a área técnica, exponse a unha amoestación, non a un cartón vermello», comenta el director deportivo del Soneira, Manel Álvarez. «A maiores, fixemos unha queixa verbal transmitindo o noso descontento con que, a día de hoxe, se dean estas actuacións arbitrais, sen ser neutrais. E eu penso que a resolución vai ser favorable, porque bastante xente da Federación Galega de Fútbol xa nos deu a razón». Habrá que esperar a última hora de hoy o a primera del día de mañana (cuando la Federación publica las sanciones tras la reunión del juez de competición) para conocer la respuesta oficial.

Plano deportivo

Dejando a un lado este tema, y centrándose en el deportivo, como debería ser, fue un partido en el que pese a que acabó sin goles, y en el caso del Soneira, con un jugador menos sobre el césped, los visitantes llevaron el control y con numerosas ocasiones. Por su parte, el Val do Ulla apenas disparó a portería. En el primer período, los de Pedro Gómez tuvieron posesión del balón, pero sin lanzamientos peligrosos. Con la expulsión de Darío, el rival se confió, y fue cuando el conjunto vimiancés mejor actuación hizo. Está a un punto del descenso, pero con los nuevos fichajes y con los encuentros que todavía les falta por disputar antes de que se termine la primera vuelta, el Soneira espera acercarse a la zona media de la tabla. Se trata de Luis, procedente del Xallas, y de Chinda, que ya estuvo el año pasado en el club (primos de la zona de Castriz y Coristanco), y de Víctor, portero de Vimianzo. Solo continúa lesionado Chapela.