El del miércoles estuvo marcado por la discusión y el desorden
30 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El pleno del miércoles en Coristanco no fue nada tranquilo. Aunque ninguno lo es últimamente. En general, en las dos horas largas que duró la sesión, hubo poca chicha y mucha leche.
Primeramente se aprobó con los votos a favor del grupo de gobierno el cambio de periodicidad de los plenos, que en vez de mensualmente ahora pasarán a celebrarse cada dos meses.
El siguiente punto del día se basó en la presentación, por parte del alcalde, de un informe de la asesoría jurídica externa contratada por el Concello que ratifica la compatibilidad necesaria para que él disfrute de la dedicación exclusiva. Trajo cola este tema, sin duda, pues tanto BNG como TeGa se interesaron por la necesidad de contratar asesoramiento externo cuando ya en el Concello hay una funcionaria llevando a cabo esa tarea, la secretaria municipal, a quien el propio Gerpe ha abierto un expediente por falta leve por presuntas desavenencias. «A necesidade dunha asesoría externa está máis que acreditada. Non podo ler, por exemplo, para as tres da tarde, un expediente de 40 páxinas que se me entrega ás 14.37», justificaba Abraham Gerpe.
En este sentido, Laura Mariño, del grupo nacionalista, hizo referencia a los encontronazos que ya Pensado tuvo en su día con la funcionaria. «O problema non radica na falta de asesoramento, senón que ao goberno parece que non lle interesa o que din os informes da secretaria», anunciaba.
Una vez aprobada, con los votos positivos del grupo de gobierno, la compatibilidad del alcalde para el ejercicio de su cargo, llegó el turno de las preguntas, con las de Amancio Lavandeira en primer lugar. Llegaron entonces los cruces de dardos en ambas direcciones, en especial en lo referido al área de urbanismo: 579 expedientes parados y una plaza de aparejador todavía en trámite. «Vexo difícil coller eses 1.600.000 euros de subvencións [por el retraso en las obras provinciales]. Doulle a razón», respondía Gerpe a la pregunta de Lavandeira, y añadía: «Se isto sucede, buscaremos o responsable subsidiario».
Con una moción de TeGa para reclamar medidas específicas por la cercanía de la polilla calificada de «oportunista» y de «carácter político»; varios turnos de réplica rechazados y multitud de comentarios lanzados con sorna por parte de las tres partes, la tensión no hizo más que incrementarse. Tanto, que una vez concluidas las intervenciones de los ediles e iniciado el turno del público (el auditorio, a reventar), un vecino se levantó y afirmó: «Mellor non fagades máis sesións de aquí ás próximas eleccións, porque é vergonzoso virvos escoitar».