Revisan la treintena de taludes de la autovía de la Costa da Morte

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

Ana Garcia

La reparación del tramo derrumbado el día 10 empezará el jueves

28 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un geólogo, acompañado por personal de la empresa concesionaria de la autovía de la Costa da Morte, revisó en las dos últimas semanas la treintena de taludes existentes en el vial de alta capacidad, inaugurada a finales de julio del 2016. Estas labores, que ya se habían realizado durante el verano, se volvieron a efectuar después de que el pasado día 10 (viernes) parte de una pared del vial, situada a la altura del punto kilométrico 39,700, (sentido Carballo y a escasos mil metros de la salida-entrada de San Paio y Coristanco) se viniera abajo y provocara daños en dos vehículos: un Renault Clio y un Peugeot 406, aunque, por suerte, no hubo que lamentar daños personales.

Desde la concesionaria confirmaron ayer la realización de estas labores de prevención. «Los taludes los revisamos uno a uno a raíz de aquel desprendimiento y, en principio, no hemos observado riesgo alguno de derrumbamiento».

Sobre el tramo afectado por el desprendimiento ocurrido hace ahora 18 días, desde la empresa señalaron que la idea inicial era comenzar los trabajos de consolidación y apuntalamiento la semana pasada, pero las lluvias impidieron su realización. En la mañana de ayer, un geólogo acompañado por operarios del servicio de mantenimiento revisaron de nuevo todo el talud dañado y si todo sale según lo previsto y la climatológica lo permite, «las obras empezarán este jueves y se darán por finalizadas el martes, justo cuando arranque el puente festivo de la Constitución».

Serán cuatro días para asegurar el tramo en el que se desprendieron unos 30 metros cúbicos de tierra y piedras. Desde la Consellería de Infraestruturas, que dirige Ethel Vázquez Mourelle, indicaron que estas actuaciones consistirán en gunitar (cubrir de cemento) y asegurar mediante anclajes (bulones) todo el tramo, unos 25-30 metros de longitud y otros 7 de alto, que limitan con otros dos puntos que ya fueron asegurados en su día mediante esta técnica. Estos trabajos los ejecutará la propia concesionaria, que será además la encargada de sufragar con los gastos, según confirmaron ayer tanto desde la Xunta como desde la propia empresa. De hecho, un geólogo estuvo en la zona en la que ocurrió el desprendimiento durante parte de la mañana de ayer, para comprobar in situ el terreno por si fuera preciso adoptar medidas de prevención adicionales, algo que quedó descartado. En principio, según los técnicos, la pared afectada no está expuesta a nuevos riesgos y se quiere aprovechar esta semana de buen tiempo para ejecutar estas labores.

Sobre las causas del accidente, la empresa mantiene «el informe abierto». Una de las posibilidades, que no la única, es que las lluvias en las jornadas previas al viernes día 11 afectaran a la pared, filtrándose y erosionado parte del talud, provocando el derrumbe. Las mallas metálicas amortiguaron y acumularon gran parte del material, incluida una enorme piedra de unos 3.500 kilos de peso. Pero algunos trozos fueron a parar a la calzada, provocando daños en dos vehículos.