Acumula, al menos, siete víctimas mortales y más de 30 heridos graves
18 oct 2017 . Actualizado a las 07:58 h.La red viaria de la Costa da Morte acumula tramos verdaderamente complicados y de elevada siniestralidad, como el trazado entre A Ponte Rosende y Rus (en la DP-1914, conocida por la recta de Rus), las curvas de O Carrizal, la AG-55, que acumula ya 20 fallecidos desde su inauguración en 1997, o el tramo de Montecelo, escenario desde siempre de numerosos accidentes de tráfico, muchos de ellos graves y con víctimas mortales.
Desde 1984 se han contabilizado, al menos, siete fallecidos y más de treinta heridos muy graves. Algunos de ellos tuvieron que excarcelados por los bomberos y los voluntarios de Protección Civil de Carballo y Coristanco.
Se trata de un tramo, de casi un kilómetro de longitud, que lleva al engaño. Dos rectas, con velocidad limitada a 70 kilómetros por hora, unidas por un giro traicionero de izquierda (sentido Coristanco) si se toma a una velocidad inadecuada. Desde Protección Civil de Coristanco apuntaron que se trata de un tramo de buena visibilidad y un asfalto renovado recientemente, aunque con elevada densidad de tráfico.
Víctor Martínez Espasandín, de 22 años, falleció el pasado sábado por la noche en una brutal colisión. Iba de copiloto y, según las primeras investigaciones, de la agrupación de tráfico, no llevaba el cinturón de seguridad puesto.
En las inmediaciones, falleció el 22 se septiembre del 2015 Pedro González Bascoy de 83 años, y vecino de A Silva (Cerceda). Perdió el control de su turismo, un Ford Mondeo, invadió el carril contrario y se metió debajo de un camión.
Y es que la mayor parte de los accidentes ocurridos en este tramo de Montecelo se han producido en choques frontolaterales y a la salida de la citada curva. También es un tramo peligroso para los motoristas. Las dos rectas, en principio, con muy buena visibilidad, no han impedido que ocurrieran siniestros graves.
Controlados
De hecho, el kilómetro 34 de la AC-552, junto con el de A Revolta, limitado a 50, es de los más vigilados por los agentes de la agrupación de Tráfico y de la Policía Local de Carballo, respectivamente.