En la comarca llovió en verano un 30 % menos de lo que es habitual

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

Ana García

Las cisternas hacen aportes de agua al colegio de Razo, además de a algunas explotaciones

21 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha llovido un poco en los últimos días, pero los ríos apenas lo han notado. Acaso, pero que las pérdidas no hayan sido mayores. Sigue habiendo problemas de abastecimiento en algunos traídas particulares (por ejemplo, en la de A Redonda-Soutogrande-Taboada, en Entrecruces) y en diversas explotaciones cuyos pozos ya no surten, como puntos de Goiáns, Rus o Rebordelos. En todos estos casos, la cisterna de Protección Civil tiene que realizar aportes. A ellos se ha unido el colegio de Razo, que al menos unas dos veces por semana necesita del camión de suministro. La recomendación general de vigilar el consumo sigue vigente, y más si la cosas no cambian. Visto el nivel de los ríos, ayer, es urgente. El Grande y el Anllóns van muy bajos.

La causa directa es la falta de lluvias, que en la Costa da Morte ha sido mucho más grave de habitual. Meteogalicia publicó el martes el resumen del informe climatológico del verano, y la comarca aparece citada por su escasez: «As zonas con menos precipitación respecto ao valor climatolóxico sitúanse na Costa da Morte, onde se rexistrou un 30 % menos de precipitación», señala el informe. Curiosamente, lo contrario del interior de Ourense, particularmente las Terras de Celanova, donde llovió más de lo normal.

El informe alude a la Costa da Morte en más ocasiones, para citar sus «anomalías negativas» en los últimos tres meses.

Pocos ríos se salvan de la escasez de caudal. En Carballo, el Rosende y el Castro, que se unen a pocos metros de Ponte Lubiáns, es de los que mejor resisten desde hace semanas. El Grande lleva cotas casi extremas en O Mosquetín, unos metros antes de la piscifactoría. Cierto que es un punto donde la captación y la anchura del cauce han ofrecido estas imágenes más veces, pero hacía tiempo que no se veía el lecho tan pétreo como ahora, que permite caminar por él sin problemas.