El rural tiene un futuro para diseñar

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CORISTANCO

Ana Garcia

El ejemplo de Domínguez ilustra a los adolescentes del programa de prácticas «Deseñando o teu futuro»

08 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno venía de un taller mecánico, otro de una granja de leche, una tienda de electrodomésticos, una empresa de informática... y ayer por la mañana, algunos acompañados de sus padres y de la mano de EFA Fonteboa, los adolescentes del programa Deseñando o teu futuro pudieron comprobar precisamente eso, que en el rural y en la Costa da Morte en particular hay futuro si uno se lo sabe construir. El encargado de demostrárselo fue Vicente Domínguez, de Productos Cárnicos Domínguez, quien, además de mostrarle las modernas instalaciones en las que trabajan, que en buena parte construyó él con la ayuda de un albañil, y de invitarlos a un suculento aperitivo, les contó su historia.

«Con 22 anos eu era enconfrador de Ferrovial, sen moita experiencia tampouco, viñemos para aquí e eu e máis a miña muller tiñamos fillos e necesidade de traballar. Un amigo díxome que por que non facía chourizos. Pensei: chourizos, pero se nin sei como se fan. Pois ata hoxe e xa van alá trinta e pico anos nos que, aínda que non sexas moi listo [risas] algo aprendes», les relató el empresario, que explicaba como compraron el primer cerdo en una granja, lo llevaron para casa en el maletero del coche y fue su abuela la que les enseñó cómo se hacían los chorizos, sin siquiera darles cantidades, como trabajan ahora dentro de un proceso mucho más sofisticado, sino con la fuerza de la experiencia y la apreciación.

Los chavales que venían de sus visitas-estancias que le han permitido realizar más que prácticas formativas un acercamiento a las distintas actividades laborales, seguían a Domínguez -y no es algo precisamente sencillo en estas edades- con total atención, los ojos completamente abiertos hacia las máquinas y estancias de la fábrica y sin decir ni una sola palabra, más que cuando los coordinadores del programa de la escuela Fonteboa de Coristanco a los que se incorporó su director, Luis García, les arengaban con alguna pregunta.

No solo a los escolares les llamó la atención el ejemplo de Domínguez, que ha pasado de secar los chorizos en la chimenea de la casa familiar a dirigir una empresa con más de 30 empleados y que incluso forma a sus propios profesionales dentro del proceso de expansión en el que se encuentra, también algunos padres se mostraban admirados por todo lo conseguido, y la propia directora general de Xuventude, Participación e Voluntariado, Cecilia Vázquez, se interesaba por el relato en el que veía una puerta abierta al futuro y a que se invierta la tendencia del éxodo rural.

«Os mozos e as mozas achéganse ao día a día dun traballo, aos profesionais que o realizan e aos aspectos máis positivos e negativos que ten calquera posto de traballo. Deste xeito coñecen a realidade dunha profesión», valoraba Vázquez el contenido del programa.