Algunos de los asistentes al pleno de ayer en Coristanco no acababan de calentar su asiento y ya se tuvieron que levantar porque el alcalde, Amancio Lavandeira, había decretado el final de la sesión. Duró exactamente 15 minutos. No había puntos del orden del día y eso que hay temas de sobra para debatir: obras del POS y PAS paradas, subvenciones que suman 1,3 millones pendientes de recibir, el polémico proceso de selección del arquitecto municipal sigue en el aire, un tractor adquirido por el Concello hace seis meses que no acaba de llegar, un proceso de contratación del servicio de limpieza de edificios públicos que sigue sin cerrarse cinco meses después, sin polígono en A Miñata, sin propuesta para un nuevo cementerio en Traba, sin presupuesto, un intento de soborno... Pero el gobierno optó de nuevo por la dación de cuentas y resoluciones varias. Y claro, en la oposición se pusieron de uñas. Empezó Laura Mariño, que calificó de «vergonza» el pleno por la actitud del ejecutivo, por no haber presentado ningún tipo de propuesta para debate. La representante de los no adscritos, Verónica Facal, fue más contundente: «Isto é unha vergonza de pleno e unha vergonza de goberno». El portavoz del PP, Antonio Pensado, también atizó a Terra Galega: «En dous anos non contestou a ningunha das preguntas e propostas formuladas. A partir de agora quero que saiba que non conta máis co Partido Popular para debater os temas que afectan aos veciños de Coristanco».
El edil del PSOE, Abraham Gerpe, tiró de ironía. Aseguró que no lleva a pleno nuevas preguntas o mociones: «Aínda levo meses esperando para que me conteste as que lle fixen, como o do tractor municipal». Y añadió: «Levo seis meses escoitando que falta un papel para ter o tractor e seguimos esperando polo papel».
El portavoz socialista sacó a relucir el tema de una multa impuesta a un trabajador municipal en enero del 2017: «Primeiro había que pagar 50 euros se se pagaba dentro de prazo. Logo foron 100 euros e agora son 300 porque non se identificou ao condutor. Como sigamos así embargan ao Concello por unha multa de 100 euros».
El alcalde salió como pudo de las críticas, pero enfocó sus respuestas en el PP. «Vostede fala de moitas cousas pero lémbrolle que foi vostede [Antonio Pensado] quen me botou do pleno en varias ocasione por querer falar. Lembro cando as quendas de intervención duraban 5 minutos e as réplicas, dous e medio, e soamente había tres preguntas por pleno». Por lo demás, el pleno transcurrió por los mismos derroteros de siempre: vecinos que interrumpen las sesiones o hablan cuando el alcalde no decretó el final de la sesión.