«A súa política foi a de ?fai fai, si si?. E claro, daqueles pos veñen estes lodos»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

Ana Garcia

La oposición aprovechó la sesión para atizar a TeGa por todos los flancos, pero el gobierno resistió el envite

30 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Al gobierno de Coristanco se le marchan los apoyos a la misma velocidad que Messi dribla a los rivales. Amancio Lavandeira y los suyos están en franca minoría y la oposición lo aprovecha para atizar a todas las líneas de flotación. El barco de Terra Galega zozobra por una vía de agua. No llega a la gravedad del Titanic. Van achicando agua como pueden, pero quedan 23 meses de dura travesía. Por lo de ahora los de Terra Galega aguantan, pero los apoyos van creciendo en la oposición. El último, la ex de TeGa, Verónica Facal, que se pasó al grupo de no adscritos, lo que provocó la primera batalla dialéctica del pleno del miércoles. El intercambio de golpes dialécticos con Laura Tasende recordó, salvando las lógicas distancias, al famoso combate entre Evander Holyfield y Mike Tyson hace ahora veinte años. Solo faltó morder la oreja del contrincante. Si hubiera que dar un ganador a los puntos sería Laura Tasende, aunque Verónica Facal fue una digna contrincante y apunta buenas maneras de aquí al final de mandato.

Por lo demás, el pleno fue un ataque constante del PSOE, BNG y PP contra TeGa. Los ediles de la oposición atacaron por todos los lados y al gobierno solo le quedaba defenderse como gato panza arriba y esperar una contra. Tema que salía a la palestra, tema en el que el PP, BNG y PSOE zumbaban de lo lindo. Pasó con la paralización de las licencias urbanísticas, la presunta ilegalidad de unas instalaciones de una empresa de Coristanco, el plan de limpieza de cunetas, la deuda, la contratación del servicio de limpieza de edificios municipales, la pérdida de subvenciones y las sucesivas prórrogas solicitadas por el Concello para no perder subvenciones por más de 1,3 millones de euros en obras.

Laura Mariño atacó sin piedad. Enumeró una por una todas la actuaciones pendientes de ejecución: «Teñen ata o 30 de novembro para executalas. Estamos en verán e non creo que as saquen a tempo. A ver como explican logo aos veciños como se perderon eses cartos».

El socialista Abraham Gerpe tiró por el flanco de la deuda, de 3,3 millones de euros. «O Concello recibirá uns ingresos extraordinarios: 1,8 millóns pola actualización do IBI, 900.000 do POS+ e 200.000 dunha licenza dun eólico. Non pode ser que vostede [en alusión a Amancio Lavandeira] se escude niso para xustificar unha mal xestión».

Dedo en la llaga

Hasta el PP se animó a meter el dedo en la llaga. Antonio Pensado criticó la política de limpieza municipal de cunetas, la parálisis de Urbanismo y la pérdida de subvenciones. Entonces, TeGa, que hasta entonces jugaba en su área, salió al contraataque para tratar de meter el gol del triunfo. Amancio Lavandeira sacó arrestos para contestar a su predecesor en el cargo: «Parece mentira que sexa vostede o que fale de parálise urbanística. ¿Sabe que gran parte das denuncias que temos enriba da mesa son do 2011 e anteriores, cando gobernaba vostede? ¿E sabe de que son?». Y añadió: «Da súa forma de entender a política: Fai fai, si si. E claro, daqueles pos estes lodos». Y sobre la deuda, lanzó una pulla que provocó el cabreo de los ediles del PSOE y, sobre todo, del BNG. En respuesta a una petición de Abraham Gerpe de solicitar un crédito bancario para aligerar pasivo, el alcalde soltó la siguiente perla: «Agora podemos pagar máis débeda. Grazas ás vosas dedicacións. É unha maneira de arranxar o problema. Agora mesmo soamente hai unha dedicación, cando antes había tres». Laura Mariño calificó estas declaraciones de «populismo e demagoxia». Y todavía restan casi dos años de mandato.