Una colmena
El curso ha terminado con ideas claras para los estudiantes, a juzgar por las que expuso el alumno Diego Romero Rey, de Muxía, quien afirmó que el medio rural necesita jóvenes con formación y compromiso, jóvenes que, como en su caso, tengan también respaldo familiar. Manuel Romero, como padre y representante de familias, originario de Carnés (Vimianzo) definió a Fonteboa como una colmena, pero sin zánganos, por la forma en la que los vio trabajar a todos en los ocho años que su hijo cursó en el centro. Basilio Blanco, de Ponteceso, padre de un estudiante recién graduado, fue alumno en su día y, hoy, sigue ligado a Fonteboa acogiendo stages de jóvenes.
También él intervino, como José María Álvarez, representante de la Fundación de las EFA, de la cual explicó su labor. Con un ágape bajo un sol de justicia remató una jornada que quisieron acompañar pequeños empresarios y representantes municipales de Cabana, Carballo, Coristanco, Zas, Santa Comba, Frades o Mesía, así como el diputado Ricardo García Mira o Antonio Álvarez, de la entidad Castaño y Nogal: «Me voy con esperanza», le dijo a Luis García tras conocer Fonteboa.