Demasiadas palabras para tan pocos hechos

Xosé Ameixeiras
Xosé Ameixeiras ARA SOLIS

CORISTANCO

19 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Laura también dejó solo a Amancio, que se ve en una isla de hielo que se va derritiendo y cada vez le queda menos espacio para sobrevivir. Terra Galega afronta una dura travesía del desierto en solitario y sin un posible oasis a la vista. Era lo que faltaba en el Concello de Coristanco. Hay varios ayuntamientos en la Costa da Morte que están con la soga al cuello por la ruina económica: Coristanco, Ponteceso, Laxe, Cee... Como si no fuera suficiente con semejante ahogo, en varios, por encima, gobiernan en minoría absoluta. Es el caso del consistorio coristanqués, donde además de tener la caja de caudales totalmente hueca, los acreedores están a la puerta desde hace años y con muy pocas esperanzas de satisfacer sus deudas. La situación pecuniaria no es distinta a la de Ponteceso, pero en este caso el tripartito se mantiene unido y alcanza la mayoría para sacar los asuntos. Los enfrentamientos con los trabajadores y con la oposición han acabado por solidificar el ejecutivo pontecesán. No hay como un buen enemigo para fortalecer alianzas endebles. En Cee no logran aprobar un reconocimiento extrajudicial de crédito, ni siquiera para abonar deudas con algunos miembros de la corporación por asistencia a comisiones ya casi olvidadas. La corporación está absolutamente partida, con un gobierno de tres frente a diez ediles incapaces de entenderse entre ellos. Es la forma más idónea de ir a la deriva. Y todos dicen defender los intereses municipales y de los vecinos. Claro que hay quien salva el país con la palabra, pero lo destroza con los hechos, venía a decir un clásico. Lo malo es que aunque el pueblo se harte, tendrá esperar hasta las próximas elecciones municipales, y aún queda camino que sufrir. Además, cuando pasa el tiempo, el malestar acaba por transformarse en desinterés. Se salvan en Laxe, donde, aun sin plata, por lo menos, armaron una mayoría para sacar adelante los asuntos de enjundia, cosa que no lograron en Corcubión: ejecutivo local en minoría, oposición en mayoría y mal de dinero. Las condiciones propicias para no poder hacer nada. Todos dicen mirar por el bien general, pero tan en particular que lo único que hacen es defender intereses de grupo que a pocos benefician y a tantos perjudican. Así los pueblos pierden gas, oportunidades y futuro.

Ferreiro baja el telón. Miguel Ferreiro bajó el telón. El ya exportavoz popular de Carballo pone fin a su aventura política. La renovación que quiso hacer fue tan profunda que se quedó en el fondo y no le alcanzó para llegar a la superficie. El PP echa mano al banquillo y obliga a Aurelio a hacer el camino de vuelta para saltar a la arena de la oposición municipal.