Los vecinos tiran del carro

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CRÓNICA CIUDADANA

CORISTANCO

18 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras que las Administraciones se pasan la patata caliente y ponen trabas a muchas iniciativas amparándose en los más que manidos recortes presupuestarios, los planes de ajustes y una legislación encorsetada, vecinos y gran parte de las asociaciones de la Costa da Morte tiran del carro y emprenden sus propuestas. La mayoría apenas tienen calado económico, pero son relevantes desde el punto de vista social, cultural o medioambiental. Allí donde las Administraciones ponen pegas, los colectivos vecinales aportan soluciones. Que no hay ayuda para hacer una obra, se juntan varios vecinos, tiran de cartera y calculadora y lo arreglan.

Los residentes de Cuns, en Coristanco, han revitalizado el entorno de su iglesia simplemente colocando un pasamanos en las escaleras y dos bancos de madera junto al templo. Los de Traba de Coristanco, con ingenio, pero también con esfuerzo y tiempo, pusieron en valor un antiguo lavadero del río Conles. Los de Agualada retiraron en su día la maleza de una antigua área recreativa. Las sociedades de pesca de la comarca limpian cada año los maltrechos y dañados cauces fluviales antes de que las previsibles inundaciones del invierno arrasen con todo. Esta gente se levanta un sábado o un domingo a las siete de la mañana y después de tomar un café cogen sus motosierras y sus tractores y efectúan un arduo trabajo de limpieza. Río-Mar de Baio, La Venatoria de Bergantiños o la Sociedade de Pesca de Bergantiños representan solo algunos ejemplos. Senda Nova de Bergantiños lleva varias jornadas retirando la basura acumulada en el Anllóns a su paso por Carballo. Lo hacen con sus voluntarios, muchos de ellos menores de edad, y con apenas recursos económicos. Incluso muchos de estos solidarios ponen dinero de su bolsillo para gasolina o la compra de bocatas y refrescos.

Otras entidades ponen en marcha proyectos para ampliar sus cementerios (Monte d’Arxa-Cerqueda), pese a los palos que les colocan en las ruedas, o ponen en marcha su rico patrimonio etnográfico (A Croa do Castro) con marchas BTT. Otros colectivos y particulares se ponen a limpiar las playas. Familias enteras y grupos de amigos. Lo hacen con bolsas y un pequeño refrigerio en la mochila.

Son actitudes loables, sin ánimo de lucro, que demuestran que en la Costa da Morte hay iniciativas y proyectos cuya única finalidad es sensibilizar las conciencias, de poner en valor lo que es suyo y con sus propios medios. El problema, como casi siempre en estos casos, radica en la falta de apoyos de los que sí tienen la posibilidad de hacerlo. Y no vale utilizar el comodín de los recortes. Eso ya está muy visto. Y no cuela.