La lluvia provoca que apenas haya coles, daños en cultivos de patatas y desbordamiento de fosas
08 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Como en el mar, en el campo tampoco nadie se atreve por ahora a cuantificar las pérdidas que la persistente lluvia de los últimos meses pueden estar causando. Y como en el mar, coinciden en señalar que serán millonarias y ensombrecerán un año que, al menos en los que se refiere a los precios de los productos en origen, se presentaba bueno.
Los ganaderos son uno de los colectivos más afectados por las trombas de agua, ya que se han inundando sus tierras de cultivo en un momento en el que los prados deberían estar fertilizados con vistas a la cosecha de forraje que se suele recoger en abril. «Haberá que esperar semanas despois de que deixe de chover para que a terra drene e se poida facer esa labor», dice Eladio Labandeira, de Zas, que apunta que fertilizar fuera de temporada resta efectividad a los abonos químicos y el exceso de humedad favorecerá la aparición de plagas una vez llegue el calor. «Pode que sexa pronto para sabelo con certeza, pero creo que imos coller menos da metade do forraxe do ano pasado». Esta cosecha constituye el 60 % de la ración alimenticia de casi todas las explotaciones lácteas intensivas de Galicia.
El mal tiempo afecta también al almacenamiento del purín que generan los animales al estar permanentemente recluidos en las granjas. La imposibilidad de acceder a muchas fincas con maquinaria pesada amenaza con convertir estos residuos orgánicos que se emplean como abono en un serio problema ambiental. De hecho, en comarcas ganaderas como Xallas, Deza, Ordes o Bergantiños es fácil encontrarse con fosas al límite de su capacidad e, incluso, rebosantes.
La lluvia, además, es la responsable de la escasez de coles y de que estén «moi danados cultivos como as patacas ou o repolo de cedo», apuntan desde el Centro e Promoción Rural EFA Fonteboa de Coristanco, que recuerdan que la lluvia puede ahogar las raíces de los tubérculos.
el impacto en el campo