Los tres jóvenes que dirigen cuatro negocios hosteleros en Corcubión

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CORCUBIÓN

ADRIÁN BAÚLDE

Dan trabajo a más de 16 personas y dos locales han sido reconocidos por la Guía Repsol

20 may 2025 . Actualizado a las 05:05 h.

Tienen entre 32, 33 y 36 años y dirigen cuatro establecimientos hosteleros en el municipio más pequeño, tanto en población como en superficie, de la Costa da Morte: Corcubión. Son las hermanas fisterranas Aroa y Alba Castiñeira, y el corcubionés Carlos Lestón, que es marido de la primera. Están al frente de un hotel mítico como es As Hortensias y del restaurante Cuatro Perras, y también llevan la taberna O Ribeiro y del restaurante Carrumeiro.

Cuando abrieron el primer complejo corría el año 2021, en plena pandemia. En el curso siguiente se animaron con la taberna, y en febrero de la presente anualidad asumieron el reto de un negocio más.

Cuando las dos hermanas apenas pasaban de los 20 años, ya habían abierto Calma Chicha en su localidad natal. En concreto, en la playa Langosteira. Fue uno de los primeros chill-outs de la comarca, recuerda Aroa. Y la aventura duró años.

En realidad, fue Alba la única que se formó en el sector estudiando Cocina. La hermana menor es biotecnóloga y su marido, abogado. Si bien es cierto que en el caso de las hermanas, fue algo que mamaron desde niñas, pues son nietas de los fundadores de uno de los locales más emblemáticos de Fisterra, el Tira do Cordel.

«Alba siempre tuvo la idea del chiringuito y yo la apoyé. Fue lo que nos dio fuerza para mirar de hacer otro proyecto que fuese para todo el año, pues Calma Chica solo abría de junio a septiembre», explica una de las integrantes del grupo empresarial Familia Batifondo. Por aquel entonces empezaron de cero, pues no había nada allí.

A esta familia se sumó como cocinera del Carrumeiro la propia madre de las dos hermanas, Junquera Domínguez, quien estuvo más de treinta años en los fogones del Tira do Cordel.

«Tenía que ser algo al lado de la playa porque queríamos continuar en la línea de lo que veníamos haciendo, y surgió la oportunidad en Corcubión», recuerda Aroa. Le dieron una reforma al complejo, frente a Quenxe, y poco a poco fueron incrementando el negocio: «Intentamos quedarnos en la comarca y generar puestos de trabajo, aunque aquí sea más difícil de rentabilizar que en la ciudad por la marcada temporada y la competencia, que hasta hace muy poco, no se fue profesionalizando», explica la joven. A día de hoy, dieciséis personas viven de estos negocios durante todo el año, cifra que en verano se incrementa hasta las 26. As Hortensias y Cuatro Perras abren desde Semana Santa a noviembre, aunque en diciembre también abren algunos días y el resto del curso se prestan para celebrar eventos. En los cuatro establecimientos abren de lunes a domingo, con un día de descanso semanal más las vacaciones.

Pescados y mariscos de la zona

Cuatro Perras y O Ribeiro fueron distinguidos recientemente por la Guía Repsol como local recomendado y un Solete, respectivamente. Cada establecimiento tiene su seña de identidad, si bien comparten algunos aspectos como la apuesta por los mariscos y los pescados de la zona y por ser pet friendly, esto es, amigos de los animales. «Productos de aquí con una vuelta de rosca», dice Aroa sobre la propuesta del Cuatro Perras, donde también hacen desayunos brunch, tardeos, la noche de las hamburguesas gourmet (los domingos) y todo tipo de eventos: «Nació con la idea del disfrute en cualquier sentido». En O Ribeiro, la carta es más informal. Y en el Carrumeiro, potencian la brasa. La caldeirada de pulpo y la xarda o la lubina son algunos de sus reclamos. «Trabajamos con productores y proveedores locales y apostamos por el pescado para darle el valor que tiene», apunta.

Dicen remar a favor de unas buenas condiciones para todos: «Fue una meta que nos propusimos desde siempre». Sobre si encuentran dificultades para encontrar personal, comenta Aroa: «No nos importa formar a la gente».

En todos los casos, tienen alquilados los locales. Lo cierto es que están dispuestos a seguir creciendo ahora que tienen «energía». Habla de Corcubión como un sitio muy estratégico en la comarca.