Falleció Paulino Castiñeira, que fue presidente y fundador de la Filatélica Corcubionesa

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

CORCUBIÓN

DELEGACION

Obituario | Electricista, era también historiador aficionado e incluso escribió dos libros sobre la comarca

02 feb 2021 . Actualizado a las 19:36 h.

El domingo falleció en su casa de A Coruña, a los 64 años, Paulino Castiñeira Castro, corcubionés de gran parte de su vida, pero nacido en Xallas, Cee, hijo de un mítico zapatero del lugar, Raúl Castiñeira. Víctor, el hermano del fallecido, es técnico de Cultura en el Concello ceense.

Paulino, en los años 90 fue fundador y presidente de una muy activa Asociación Filatélica Corcubionesa. Como recuerda su hijo, también Paulino, contribuyó a la entidad con exposiciones filatélicas, que por ejemplo recordaban y homenajeaban a corcubioneses ilustres como Pepe Miñones o Benigno Lago, además de acercar el mundo de la filatelia a los más jóvenes del municipio, pero también de los más cercanos, como Cee o Fisterra.

Paulino era electricista, pero su ansia por saber e investigar lo llevó también por otros derroteros. Era historiador aficionado y vocacional, muy riguroso en sus investigaciones. Escribió dos libros sobre la historia comarcal: De Alonso de Lema ao Marquesado de Villaverde de Limia, y Estudio de la historia de Corcubión, año 1572-1630, además de numerosos artículos históricos. Algunos de ellos pueden seguirse en su blog http://ccastropaul.blogspot.com.

En su trabajo vecinal y comunitario, ayudó activamente a la comisión de mujeres que, junto a otros corcubioneses, llevaron a cabo la restauración de la capilla de Santo Antonio y su entorno, a finales de los años 90.

En su vida laboral, fue electricista en Carburos Metálicos, y después en Ferroatlántica, en la planta de Cee. Fue miembro del comité de empresa a finales de los 80 y principios de los 90, e integró aquel comité que luchó por los intereses de los trabajadores en la venta de Carburos a Villar Mir, impidiendo la segregación de las centrales de las fábricas en 1992, lucha que se repetiría (repite) casi treinta años más tarde.

En el plano personal, un accidente doméstico lo dejó en silla de ruedas. Muy limitado en sus movimientos, «pero non impedido para facer o que máis lle gustaba, ler, estudar e escribir sobre a historia de Corcubión e a súa comarca», relata su hijo, ahora único, tras la muerte de su hermana en el 2006, a los 24 años.

Paulino fue incinerado ayer por la tarde en A Coruña en la intimidad familiar.