Ramón Pais Romero, un alcalde y una catarsis

luis lamela

CORCUBIÓN

Monumento a Ramon Pais, exalcalde, en Corcubión
Monumento a Ramon Pais, exalcalde, en Corcubión JOSE MANUEL CASAL

GALICIA OSCURA, FINISTERRE VIVO | Regidor de Corcubión desde 1959 hasta 1979, amagó con renunciar, una intención que provocó una espontánea reacción de muchos habitantes de la localidad, y también de corcubioneses ausentes

20 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La ocupación del cargo de alcalde de Corcubión por Ramón Pais Romero cubrió un amplio período: desde 1959 hasta las primeras elecciones municipales de la actual democracia, en 1979, veinte años. Unos tiempos, los de la dictadura franquista, en algún momento tal vez demasiados oscuros. Tras cerca de ocho años en el cargo, en el lejano 1966, Pais amagó con renunciar, una intención que provocó una espontánea reacción de muchos habitantes de la localidad, y también de corcubioneses ausentes, que intentaron evitar tal pretensión. «Esto sin duda habrá supuesto envidia», dijo un lector de La Voz de Galicia refiriéndose a su excelente gestión al frente de la alcaldía, así como «el recrudecimiento del encono de un ínfimo sector, que desde que llegó a la Alcaldía padecía con sus éxitos», según lo manifestado en una carta enviada al periódico por el corcubionés, residente en Pamplona, Joaquín Fernández Buján el 2 de octubre de 1966. Y otra misiva enviada por Manuel Celeiro, desde Madrid, al mismo periódico, aseguraba: «Con esta fecha escribo al señor Pais, amigo de todos los corcubioneses honrados, para que continúe luchando -como lo hizo hasta ahora-, tratando de salvar cualquier ‘zancadilla’ que pudieran ponerle y continuar en el recto camino emprendido, para la mayor gloria y engrandecimiento de nuestro pueblo».

Esta situación trajo a mi memoria que muchos años después, en 1995, entrevisté a un Ramón Pais Romero, ya mayor pero no anciano, con el objetivo de recabar información para uno de mis libros que ya he publicado. Y en esa entrevista me contó algunos retazos de su biografía, surgiendo también este incidente en la conversación. Ramón Pais, que fue mi maestro de escuela hasta que pasé a estudiar el bachillerato en la Fundación Fernando Blanco, en Cee, me confesó que el motivo de aquel amago de dimisión fue la denuncia presentada ante las autoridades gubernativas franquistas por un vecino, miembro de la corporación municipal, de la rama más falangista, que ambicionaba su puesto [me reservo su identidad, fallecido hace muchos años], acusándole de «rojo separatista», de «republicano», de «nacionalista»... En fin, unas imputaciones terribles para aquel tiempo, el del contexto de la dictadura de Franco, haciendo que el miedo cobrase presencia en su vida y surgiese cierta sensación de fragilidad o vulnerabilidad. Aquel régimen en el que vivía Ramón Pais, que había sido designado alcalde sin haber estado integrado en el aparato del Movimiento, sabía que no era un estado de Derecho y con aquella animadversión querían arrojarlo a un volcán en ebullición, temiendo que pocos apostasen a su favor. No obstante, y gracias a que tenía la confianza del almirante Guillermo Díaz del Río y Pita da Veiga, casado con una corcubionesa y, por otro lado, amigo también del denunciante, superó aquel crítico momento y la acusación no le arruinó la vida: pronto volvió a la normalidad y su reputación y eficacia en la gestión municipal no dejó de crecer.

Pequeñas historias de Corcubión que hoy pocos conocen, pero Pais Romero, el protagonista de esta historia, me la desveló, con algunas otras confidencias, para que lo contara, porque no quería dejar el pasado en el pasado, y para que lo entendiesen las generaciones siguientes. Sin ansia de ajustar cuentas, simplemente, como una forma de catarsis.

Para el final dejo mi pequeño homenaje a mi maestro de escuela y a un muy buen alcalde de un pequeño municipio, el de mi origen, Corcubión, que falleció el 8 de marzo del 2001. Un alcalde al que el futuro le debe un estudio biográfico que descubrirá un hombre preocupado por su tiempo y por su pueblo, por Corcubión y por Galicia.