La ría de Corcubión se hace más accesible

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CORCUBIÓN

Las nuevas empresas permiten conocer en detalle una de las zonas más espectaculares de la Costa da Morte

28 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tal vez dentro de unos años hará falta sacar entrada, como ocurre con las Cíes (su inclusión en el parque nacional fue clave para su regulación y mantenimiento: también se pidió para las Lobeira o las Sisargas), o más recientemente con las Catedrais. Y, al paso actual, ya se verá para el Fuciño do Porco. Pero, de momento, toda la Costa da Morte es accesible gratuitamente. Y fácil, en tierra. Por mar no lo era tanto hasta que, al fin, los emprendedores se han decidido a alquilar sus barcos para las visitas por la ría de Corcubión y el entorno del Cabo Fisterra. Las visitas más generales, con buques con mucha capacidad, y las que se pueden llamar a la carta. Este verano ha sido la explosión, y de paso la constatación de la enorme demanda. Lanchas como el taximar de David Trillo, que ha estado trabajando justo hasta estos días, no han parado de hacer viajes. Otros también tienen esa opción y diferentes capacidades, como Naturfis, Navega Finisterre... El caso es que la oferta va a más, y los visitantes disfrutan ahora de parajes paradisíacos que antes solo alcanzaban los dueños de las lanchas y barcos (y sus invitados), o por supuesto los profesionales del mar.

Así que ya se puede tocar las Illas Lobeira, la Grande y la Pequena (mucho más que un conglomerado granítico). Ver cerca las furnas del litoral corcubionés (una parece una catedral en pequeño) y del Cabo Fisterra. Acercarse por el agua a la cascada de O Ézaro, observar su puente desde abajo. Rodear los Carrumeiros, acercarse a las calas, sentir la fuerza del Centolo o el Berrón, más allá, doblando A Nave. Por supuesto, rodear el Cabo. Y, de noche, en la oscuridad, epatarse con el mar de ardora. Antes, con los atardeceres.