La falta de socorristas llega al punto de anular el servicio en alguna playa

Juan Ventura Lado Alvela
J. v. lado CEE / LA VOZ

CORCUBIÓN

Ana Garcia

En Corcubión no consiguieron que se prestase ni una sola persona para Quenxe

12 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La falta de socorristas, común a toda Galicia, no solo afecta a casos conocidos como el de Carballo o el de Laxe, donde a punto han estado de perder la bandera azul. De una u otra manera se deja sentir por toda la comarca hasta llegar al caso extremo de Quenxe, en Corcubión, donde, como explica su alcalde, Manuel Insua, han tenido que renunciar a la ayuda concedida porque no se ha presentado ni un solo profesional para el puesto. De hecho, incluso el Concello estuvo buscando y animando a gente para que se apuntase en el servicio de empleo, ya que es requisito previo indispensable, pero no tuvo éxito.

En Fisterra, aunque a otra escala, pasó algo muy parecido, según detalle el regidor, José Marcote, que se muestra muy crítico con algunos aspectos, como las exigencias de mantener la bandera azul. Aún sin este distintivo ya para A Langosteira, el Concello aspiraba a tener seis socorristas, porque quería implementar un servicio de la misma calidad que si tuviese la bandera. Sin embargo, únicamente ha conseguido dos, lo que, desde luego, queda bastante alejado del objetivo de darle una buena cobertura a A Langosteira, por no hablar ya del resto de arenales del municipio.

Más suerte o creatividad han tenido en Camariñas donde, no sin esfuerzos, disponen de los cuatro socorristas pretendidos, tres subvencionados y un cuarto a cargo directamente de las arcas municipales. Aquí el objetivo, tal como detalla el concejal de Medio Ambiente, Sergio Caamaño, era cubrir Arou todos los días, por la bandera azul entre otros motivos, y tanto Lingunde como O Ariño, los fines de semana. Como solo lograron contratar directamente a tres de los cuatro profesionales necesarios, optaron por una empresa de servicios, que les cubre cuatro horas los sábados y los domingos en O Ariño y Lingunde, mientras los otros empleados trabajan a turnos en Arou.

En cualquier caso, Caamaño advierte de que «a isto hai que darlle unha volta porque ninguén está esperando na casa todo o ano para traballar dous meses. Nós para o ano tan sequera a ver se os damos contratado por tres». De hecho, destaca que la gran mayoría de los monitores que contratan en el Concello para otras actividades tienen el título de socorrista. Sin embargo, prefieren dedicarse a otras cosas.

El ejemplo contrario a las carencias de personal es el de O Ézaro, donde, como explica el edil dumbriés Raúl González, contrataron antes que nadie y por eso lograron cubrir todas las plazas. Incluso tienen ahora a un joven en prácticas más.

También en el municipio de Cee, en el arenal de Estorde concretamente, está trabajando ya el único socorrista contratado en el municipio a cargo de la subvención, que además ya repite de otros años.