Cinco niños corcubioneses

Luis Lamela GALERÍA DE EMIGRANTES

CORCUBIÓN

Archivo de Luis Lamela

02 may 2018 . Actualizado a las 22:37 h.

Afirma un periódico que desde el primero de enero último hasta la fecha han muerto 90 niños pequeños de los que salieron para Buenos Aires en las diversas expediciones de emigrantes. Unos perecieron en los vapores durante la travesía, y otros se hallaban tan enfermos al desembarcar, que al poco tiempo sucumbieron» (La Voz de Galicia, extracto del 18 de agosto de 1889). Sabemos que cuando embarcaban los emigrantes de la Costa da Morte en A Coruña, en Vigo o Vilagarcía, con ellos transportaban las maletas y los baúles repletos de sueños e ilusiones, quedándoles por delante un largo, agotador e incierto viaje. Y la mayoría viajaba en tercera clase con unas literas que tenían jergones de paja, a veces incluso rotos, que no llevaban ni sábanas ni fundas de almohada; solamente una o dos mantas.

Los niños dormían vestidos debajo de unas mantas que con frecuencia eran vehículos de transmisión de todo género de enfermedades, como la conjuntivitis, por ejemplo, producida por el uso compartido de las toallas que había en los lavabos. La comida de abordo era escasa, desmejorando día a día. Y, en estas condiciones viajaron en 1923 los hermanos Arturito (en la imagen, aparecida en la revista Alborada), Delfina, Domingo J., Leonor y María Blanco Gallardo, de 2, 9, 4, 1 y 10 años, respectivamente, nacidos todos en Corcubión e hijos de José Blanco y Pilar Gallardo.

Emigrantes que marcharon sin memoria; que no emigraron, que los llevaron viajando con sus padres desde A Coruña a la Argentina en el vapor España, y arribaron a su destino el 27 de junio de 1923. En fin, muchas historias humanas que han quedado enterradas para siempre; y seguirán enterradas sin duda alguna. Historias sin nostalgias.