«Teño ataxia, estou inválido e o seguro lávase as mans»

La Voz CEE / LA VOZ

CORCUBIÓN

XESÚS BÚA

El corcubionés Rogelio Antelo denuncia la situación de desamparo en la que se encuentra

13 feb 2018 . Actualizado a las 14:06 h.

Su calvario empezó en el 2014. Tuvo un problema con el dueño del bajo en el que estaba la carnicería que regentaba, con denuncia penal incluida, y eso le llevó a una situación de estrés que desembocó en constantes visitas a psiquiatras y psicólogos. Por aquel entonces básicamente solo encontraba dificultades para escribir, con lo que los neurólogos apuntaron hacia una patología menor. Posteriormente, Rogelio Antelo Amigo, de 54 años, nacido en Argentina, de donde vino con un año, y vecino de Corcubión, descubrió que sufría ataxia de la Costa da Morte, una variedad específica de esta enfermedad neurológica.

Hasta ahí sería un caso más de los que hay, incluso entre algún miembro lejano de su familia, de no ser porque Rogelio denuncia que tiene un seguro de vida e invalidez, pero la compañía se lava las manos, porque le dice que ocultó datos.

«Fixen o seguro no 2003 canda a hipoteca en Caixa Galicia. Nunca pensei en quedar inválido, pero como viaxaba e iso nunca estás libre de que che poida pasar algo e, polo menos, quería que as miñas fillas quedasen ben. Despois cambieime a Reale e o 25 de novembro do 2016 a Aegon. Agora atópome cunha invalidez absoluta e unha paga que me dá para a hipoteca e pasarlle a pensión alimenticia a una filla. Ía ao ximnasio, que é a medicina que hai para esta enfermidade porque é incurable, pero a compañía prívame dela porque non podo permitir. Penso que non fixen mal ningún nin pretendo danar a ninguén, pero levo dende outubro loitando con iso e estame afectando, porque o último que precisa a enfermidade é estres e noto empeoramento», relataba ayer por la tarde Rogelio, que también hizo público su caso con un vídeo en las redes sociales, que lleva casi 18.000 reproducciones.

El motivo de la discordia, siempre según su versión, es que la compañía, que le comunicó la denegación de la indemnización por correo ordinario y le sigue pasando los recibos, entiende que les ocultó información relevante para la póliza, cuando la enfermedad no se la diagnosticaron hasta agosto del año pasado.

La Voz trató ayer repetidamente de contactar con la compañía por teléfono, correo electrónico y las redes sociales, sin respuesta hasta el momento.