Borrachos y sin carné, al volante

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CORCUBIÓN

José Manuel Casal

A la ya larga lista de infractores sancionados y reincidentes hay que sumar esta semana dos nuevos casos: un vecino de Ponteceso y otro de Santa Comba

09 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los procedimientos penales abiertos contra los cafres al volante -53 contabilizados solo en el primer semestre de año- continúa en aumento en la Costa da Morte. Sobre todo, han aumentado, y mucho, las cifras de conductores reincidentes. Y Carballo se lleva la palma.

Estas últimas semanas ha servido además para ratificar algo que los responsables de las fuerzas de seguridad, Policía Local de Carballo y agrupación de Tráfico de A Coruña y Corcubión, vienen denunciando desde hace un par de años. Se disparan las diligencias abiertas contra los que van al volante ebrios, o drogados, y sin permiso de conducir o con los puntos caducados. El problema de todo esto es que una veintena de infractores se han visto envueltos en accidentes de circulación, dos de ellos con víctimas mortales: el agente de policía José Luis Garea Vales y el joven carballés Víctor Martínez Espasandín. Sin embargo, estas conductas, en muchos casos temerarias, se suceden sin que los agentes sean capaces de cortar semejante sangría de incidencias. En Carballo, la Policía Local abrió diligencias esta semana contra un pontecesán y un xalleiro, a los que pillaron borrachos al volante y sin el carné de conducir en vigor.

La primera de estas denuncias se tramitó sobre las tres de la madrugada de este jueves. Una patrulla realizaba un control preventivo de documentación en la céntrica praza de Galicia. En un momento dado observaron un Audi A6. En su interior viajaba C.?R.?C., vecino de Santa Comba, de 42 años de edad. Los agentes comprobaron que no tenía el permiso de conducir en vigor, por la pérdida de puntos. No solo eso, sino que en el test de alcoholemia arrojó 0,75 y 0,77 miligramos por litro de aire espirado, el triple de lo máximo permitido, que es 0,25.

La segunda intervención ocurrió apenas dos horas más tarde en la rúa Vicente Risco. Los agentes observaron que un Fiat Stilo llevaba una trayectoria irregular, además ir por dirección prohibida. En su interior iba M.?A.?L.?P., vecino de Ponteceso y 39 años de edad. Los agentes procedieron a darle el alto y le instaron a realizar la prueba de alcoholemia al observar que balbuceaba al hablar y tenía las pupilas dilatadas. El ahora denunciado se negó a realizar el test, por lo que le abrieron diligencias por desobediencia grave a la autoridad y por circular con un vehículo a motor cuando tiene el permiso de conducir, suspendido de forma temporal.

Más casos

El tercer caso grave contabilizado en los últimos días sucedió sobre las ocho de la tarde del día 1 (viernes) cuando un carballés fue interceptado por la Policía Local transitando en dirección contraria por la Martín Herrera a bordo de un Renault Clio. Dio 0,9 miligramos, casi cuatro veces más de lo máximo permitido.

Pero el caso más grave de reincidencia de los últimos meses lo protagonizó una carballesa de 34 años de edad, a la que la Policía Local le abrió sendos expedientes, en menos de mes y medio, por conducir, en ambos casos, bajo los efectos del alcohol. La primera intervención sucedió en la noche del 13 de septiembre en la rúa da Estrela, dando 0,93 y 0,95, respectivamente. En la segunda, el 24 de octubre en la rúa Perú, V.?S.?R., arrojó en el test de verificación 1,06 y 0,98 miligramos por litro de aire espirado.

Penas de hasta dos años de prisión, que en Tráfico consideran insuficientes

 

 

A una carballesa implicada en tres accidentes, dos de ellos en calidad de «responsable», y dos atestados abiertos por dar más de 0,6 fue condenada a 2 años de prisión y a una multa de 660 euros. A un malpicán, un juez de A Coruña lo condenó a 16 meses de cárcel, a la retirada del carné durante cuatro años y a una multa de 3.246 euros por un delito contra la seguridad viaria, por conducción temeraria, ir al volante bajo la influencia de bebidas alcohólicas, sin el permiso de conducir en vigor y con el agravante de reincidencia. Y todo ello después de emprender la huida tras ser sorprendido por una patrulla de la policía de Carballo, protagonizar una persecución y acabar empotrando su coche contra el rotulado de la Policía.

A otro carballés se le acumulan las causas: doce desde el año 2013. Por eso, en la agrupación de Tráfico de A Coruña consideran que habría que endurecer las penas a los reincidentes y a los que comenten faltas muy graves cuando van al volante.