Los alumnos de Arquitectura se empapan de la realidad de Corcubión para aportar ideas

La Voz CEE / LA VOZ

CORCUBIÓN

ALVELA

De este programa en marcha saldrán sus trabajos de fin de grado y de fin de máster

29 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El medio centenar de alumnos de la facultad de Arquitectura de A Coruña que participan en Arquitectura al borde del mar, hospedaje, encuentro y espacio público en Corcubión, el programa sobre el que harán sus trabajos de fin de grado y de fin de máster, al tiempo que el Concello tratará de nutrirse de las ideas aportadas para la reforma de la plaza Castelao, tuvieron ocasión este miércoles de empaparse de la realidad corcubionesa. Tanto que tenían pensado estar solo por la mañana y se quedaron buena parte de la tarde realizándole preguntas a los ponentes, que abordaron la historia, la arquitectura y la relación de la localidad con el espacio físico que ocupa.

El historiador Antón Pombo y el hostelero Pepe Formoso les hablaron del contexto turístico, sobre todo ligado al Camino. De hecho, Pombo hizo un rápido relato de como había crecido el sector en el último año hasta el punto de que en Fisterra hay ya al menos 14 albergues y de como esta ruta está más que sustentada históricamente, al nivel del Camino Primitivo, el Portugués o la Ruta de la Plata.

El también historiador y técnico local Norberto Pais hizo un repaso por las épocas más destacadas del devenir corcubionés, desde el dominio de la casa de Altamira hasta figuras como la de Plácido Castro Rivas, José Carrera y la revolución que supuso en los años 70 el Hotel Hórreo o el Cámping, «que aquí aínda era algo completamente novo e soaba moi inglés». Les habló de la Compañía General de Carbones y el impacto económico que tuvo entre finales del XIX y principios del XX, de la Fundación Riestra, los astilleros de Quenxe, la configuración de la villa en torno al Pazo de Altamira y la iglesia de San Marcos y posteriormente con la apertura de la carretera y el malecón que hoy posibilita un paseo donde antes la arena llegaba a la puerta de las casas. Todo ello sustentando en imágenes históricas

Más en plan técnico -de hecho le solicitaron el envío de datos para sus trabajos- les detalló esas mismas realidades el arquitecto municipal Antonio Martínez, que tiró de planimetrías antiguas para hablarles de cotas, niveles y configuraciones, además de incidir, entre otras cuestiones, en lo que ha supuesto el Área de Rehabilitación Integral (ARI) de la que él ha sido uno de los principales artífices y la declaración de Corcubión como conjunto histórico.

Sin embargo, una de las intervenciones que más interés suscitó en la actividad conducida por el urbanista Juan Creus y presentada por el alcalde, Manuel Insua, fue la de José López, Pepe de Olegario, el patrón de pesca fisterrán, ahora jubilado, que ha documentado durante decenios los naufragios ya no solo en la zona, sino en buena parte de la plataforma continental del norte de la península. De hecho, le descubrió algunos secretos, como que su interés inicial era la localización de meros, pesquería principal a la que se dedicaba, ya que estos pecios dan lugar a sus propios biotopos en los concentran estas especies y de ahí la importancia de localizarlos cuando aún ni se soñaba con la existencia de dispositivos como el GPS.