Las oficinas de Baio y Corcubión reciben las primeras consultas sobre la gripe aviar

Cristina Viu Gomila
cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CORCUBIÓN

ANA GARCÍA

Dumbría, Vimianzo y Zas son zonas de especial vigilancia y no podrán celebrarse pujas de pollos

19 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En los departamentos de veterinaria de la comarca se pueden obtener los impresos para censar los gallineros de los municipios de Dumbría, Vimianzo, Zas y Mazaricos. Los servicios veterinarios están recibiendo las primeras consultas sobre el procedimiento y cada vez es mayor el número de personas que acuden a las oficinas de Baio y Corcubión a causa de la inclusión de los tres municipios entre las zonas gallegas de especial vigilancia de la gripe aviar. La ley es del 2006, pero hasta ahora solo preocupaban unos pocos municipios de Pontevedra. Ahora el riesgo se ha extendido a las cuatro provincias.

¿Qué es una zona de especial vigilancia?

La que reúna al menos uno de los requisitos incluidos en la ley del 2006: existencia de datos sobre concentraciones elevadas de aves silvestres, densidad elevada de explotaciones de aves de corral próximas a las zonas de concentración de aves silvestres o imposibilidad o dificultad de evitar suficientemente el contacto entre las aves de corral u otras cautivas y las silvestres. Así, la mayor preocupación se centra en las pequeñas explotaciones particulares y no las industriales, donde el contacto es casi imposible. Preocupan más diez gallinas en Dumbría que la granja de pollos Baíñas, a pesar de que ambas se encuentran a escasa distancia del embalse de Santa Uxía, donde hay aves migrantes. Es la Xunta la que ha pedido la inclusión de los tres concellos de Soneira y Fisterra.

¿Qué tienen que hacer los propietarios de aves de estos municipios?

Desde el 2006 hay que comprobar que el Registro General de Explotaciones Ganaderas está actualizado. En ese control se incluyen ahora los gallineros de Vimianzo, Dumbría y Zas, porque son zona de especial vigilancia. Es la Xunta la que gestiona el registro administrativo en el que se incluirán los datos de las granjas no comerciales, porque son las únicas que no había que declarar hasta el momento. Las demás ya estaban obligadas desde el año pasado. Los datos imprescindibles son la identificación del propietario y la dirección de la explotación, el número habitual de aves y especie o especies a las que pertenecen y sistema de cría, que es fundamental para evaluar el riesgo. Cuanto más abierto, más posibilidades de contagio existen. La Consellería de Medio Rural podrá realizar controles sanitarios y análisis periódicos en las zonas de especial vigilancia, pero se podrán exceptuar los gallineros, porque el contagio ha demostrado ser menor en la especie conocida como gallus que en otras. Abarca a gallos, gallinas y pollos.

¿Puede extenderse la gripe aviar?

Sí. De hecho, este año ha llegado a España, a Castilla-León y a Cataluña, donde ha afectado a granjas de patos. En Galicia la zona más afectada es la del entorno de Sanxenxo. Es fundamental tanto la detección precoz de la enfermedad como el aislamiento de las aves de corral.

¿Qué pasa con las subastas con motivo de fiestas o romerías?

No hay ningún problema excepto en el caso de San Roque do Monte, en Mira, porque está en un municipio de especial vigilancia. La ley establece que está prohibida la presencia de aves de corral en concentraciones de animales, incluyendo celebraciones culturales. Ya era algo que existía, pero ahora hay mayor preocupación. Es la Xunta la que tiene autorizar la actividad, «en función de la evaluación de riesgo que se efectúe al efecto».

¿Cómo se contagia?

Las portadoras son aves silvestres infectadas, que entran en contacto con las domésticas, a través de la convivencia o del alimento, el agua o utensilios contaminados.

¿Cómo se evita?

Separando las aves domésticas de las silvestres, confinando a las primeras, sobre todo en las zonas de especial riesgo y especial vigilancia. Sin embargo, los propietarios tendrán que respetar las cuestiones de bienestar animal. En el caso de una explotación profesional, como la de Baíñas, habrá que prestar especial atención a las puertas, ventanas o orificios de ventilación, que deberán estar provistas de mallas que impidan la entrada de pájaros, aunque sean pequeños. Si quieren dejarse al aire libre, como ocurre en la mayor parte de las explotaciones familiares, es necesario una estructura que no permita el acceso de aves silvestres. También hay que tomar medidas para proteger el agua y el alimento, sobre todo porque hay aves que no pueden ser confinadas, como los avestruces, y porque el contagio es también por este medio. El pienso será almacenado en depósitos estancos y nunca se suministrara agua de superficie que haya podido ser contaminada.

¿Cómo se detecta la enfermedad?

La norma establece que hay que dar la voz de alarma ante una bajada del consumo de pienso y agua superior al 20 %, una reducción de la puesta superior al 5 % durante más de dos días seguidos, un incremento de la mortalidad superior al 3 % durante una semana, sin causa justificada, además de cualquier signo clínico o lesión tras la muerte que sugiera el contagio de la gripe aviar. Además, cualquier persona tiene que notificar a los veterinarios de la Xunta si observan una mortalidad demasiado elevada en aves silvestres, sobre todo en las acuáticas. En la zona hay especies migratorias en Santa Uxía, Baldaio, Traba de Laxe y la desembocadura del Anllóns.