La política iba acompañada por el expresidente de Túnez, Moncef Marzouki, y por el diputado árabe-israelí, Bassel Ghattas
23 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Soldados imberbes que llevaban tapados incluso los ojos y los labios, un acoso desmesurado para que asumiese la deportación, amenazas con una pistola para entregar el código de su móvil, golpes a los compañeros o incluso la destrucción de los caramelos que llevaba para comprobar que no contenían microchips.
El relato del abordaje de la marina israelí al barco Marianne, que integraba la III Flotilla de Libertad en apoyo del pueblo palestino, realizado ayer en Corcubión por la nacionalista Ana Miranda, llegó a emocionar a buena parte del medio centenar de personas presentes en la Casa da Cultura de Corcubión.
Presentada por el responsable comarcal del BNG, Serxio Domínguez, y acompañada por el médico y activista palestino Mohamed Safa, Miranda detalló de manera trepidante todo lo que les ocurrió esos días hasta llegar a 84 millas de los territorios ocupados donde definitivamente les detuvo el ejército israelí, saltándose una vez cualquier legislación internacional.
La política, que iba acompañada entre otros por el expresidente de Túnez, Moncef Marzouki, y por el diputado árabe-israelí, Bassel Ghattas, acabó su periplo embarcada en un vuelo rumbo a Madrid, sin consentimiento alguno por su parte, y con dos policías esperándola a la llegada.