Polémica en Cerceda por la datación de las pinturas descubiertas en la iglesia

Xosé Ameixeiras
X. ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

CERCEDA

Pinturas en la iglesia de San Martiño de Rodis
Pinturas en la iglesia de San Martiño de Rodis Ana Garcia

Ante la falta de un informe oficial, la discusión sobre si se trata de una obra del siglo XVI o una representación románica del XII o del XIII divide a los feligreses

21 jun 2020 . Actualizado a las 10:49 h.

El descubrimiento de la pintura mural en la iglesia de Rodís (Cerceda) ha dado lugar una gran polémica en torno a su datación. Ante la falta de un informe oficial, la discusión sobre si se trata de una obra del siglo XVI o una representación románica del XII o del XIII divide a los feligreses, aunque una mayoría apoya la tesis del párroco, el malpicán Manuel Chouciño, que dice respetar la opinión de los catedráticos, pero está convencido más que nunca de que se trata de un san Sebastián románico.

El cura aporta varios argumentos que avalarían su afirmación. Por una parte, esgrime que la figura del mural tiene los ojos avellanados, muy típico del medievo. «Tamén os ten -añade- desproporcionados con respecto a outras facións da cara». Lo cual es una muestra de que pertenecen al estilo pictórico que él defiende, al tiempo que precisa que otro rasgo que apoyaría su versión es que los dibujos muestran «trazos profundos». Es más, en contra de la opinión de los catedráticos Antón Castro y José Manuel García Iglesias, Manuel Chouciño explica que es normal que el san Sebastián aparezca vestido y no asaeteado porque «ata o Renacemento as imaxes non apareceron espidas» e no Románico aparecían vestidas «sen amosar sufrimento, e de corte rexia».

Además, el clérigo cree que hay una cuestión que confirma su postura de forma definitiva y que es posible que los catedráticos no hayan visto en la fotografía, porque solo han podido ver unas fotos, y es que en la parte inferior se puede leer: «De... Bastián». Era así, asegura el sacerdote, «como lle dicían a san Sebastián na Idade Media».

Manuel Chouciño reconoce que no es doctor en Arte, pero asegura que lleva tres meses tratando de desentrañar el misterio del mural en los archivos históricos. En este sentido apunta que ha podido saber que san Sebastián, que es protector contra la peste y que apareció, curiosamente, una semana antes de ser declarado el estado de alarma, tenía antes de 1720 un altar en el lugar donde está la pintura. Las piedras fueron reutilizadas para la base del actual retablo, pero la pared en esa parte no se picó.

El cura afirma que es necesario hacer un estudio profundo y riguroso y cree que estamos ante un importante hallazgo para el arte medieval. Asegura, además, que san Sebastián era objeto de un gran culto, según pudo apreciar en los largos exámenes de los archivos parroquiales.