El viento arrancó tejados, derribó árboles y cortó calzadas en la Costa da Morte

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CERCEDA

El momento más complicado se vivió en torno a las once de la mañana

15 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cerceda se llevó la peor parte del temporal de ayer en la Costa da Morte. A pesar de que la alerta roja por viento se centraba en los municipios ribereños, una fuerte racha, precedida de rayos y granizo, arrancó parte de la fachada y las claraboyas de la nave de Cespa, una empresa de tratamiento de residuos, en el polígono de O Acevedo. La actividad no se reanudará hasta que pase el temporal porque son imprescindibles reparaciones. Los bomberos de Ordes se desplazaron para ver si había quedado afectada la estructura, pero determinaron que no habrá problemas en este sentido. En la avenida Bos Aires de Cerceda, el viento levantó tejas y tejados. Dejó tocadas medio centenar de viviendas, cuyos dueños tendrán que acometer arreglos inmediatos porque la previsión es que se mantenga el mal tiempo.

Las once de la mañana fue el momento culminante del temporal. A esa hora el observatorio de Malpica registró una racha de 124 kilómetros por hora, la mayor de Galicia. Poco después comenzaban los avisos de que había árboles tirados en la calzada. Los recibían las agrupaciones de Protección Civil de Carballo, Coristanco y A Laracha. A nivel de vías, el área más afectada fue la de la costa norte de la comarca de Bergantiños, entre Baldaio y el límite con Arteixo, donde también se cortó la carretera comarcal 552, en la parroquia de Larín, muy cerca de Paiosaco. Cayeron pinos en la carretera de Carballo a Caión y en el lugar de Alvite, entre Xermaña y Chamín. También cayó un pico de grandes dimensiones en Coristanco, en la vía que comunica esta localidad con la de Santa Comba.

Por todas partes volaron señales, tejas y contenedores

Los servicios de emergencia no tuvieron constancia ayer de daños personales, pero no fue porque no hubiera oportunidad. En Carballo cayeron cascotes y tejas a la calle en varios puntos del casco urbano y en casi todos los municipios hubo señales y carteles derribados por el fuerte viento además de contenedores volcados y trasladados.

En la Gran Vía de Carballo elementos desprendidos de un tejado rompieron cristales y persianas en las viviendas de enfrente y también en un coche estacionado. Por suerte no pasaba nadie en ese momento.

Lo mismo o peor ocurrió en Cerceda y en toda la zona con la caída de ramas o incluso de árboles en la calzada, aunque no afectaron a ningún vehículo. Los pequeños incidentes fueron generalizados a lo largo de toda la Costa da Morte.