Cerceda: una nueva corporación marcada de nuevo por la cuestión judicial

La Voz CARBALLO / LA VOZ

CERCEDA

XOSE RIVERA

ANÁLISIS PRIMEROS CIEN DÍAS | La precariedad en lo político lo es aún más en cuanto a recursos para Corcubión

22 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta misma mañana, a las 8, el alcalde de Cerceda, José García Liñares, abrirá la sesión de un pleno que fue solicitado por la oposición para que explique el nuevo revés judicial que, a entender de unos, lo incapacita para seguir al frente de la corporación. Probablemente será un calco de lo que ya ocurrió a finales del anterior mandato, pero ahora las cosas son distintas, sobre todo para los vecinos.

García Liñares revalidó su mayoría absoluta con una lista que elaboró conociendo el precedente judicial, por lo que la hizo pensando en su posible e inminente despedida de la política o con la seguridad de que continuaría al menos otros cuatro años, como dio a entender la anulación de la sentencia anterior.

Queda por conocer el último capítulo de esta historia, pero si García Liñares no preparó su recambio, la inoperatividad municipal de los primeros 100 días, centrados en el futuro del regidor socialista, podría mantenerse.

En todo caso, Cerceda no es la que era. Está en una seria encrucijada, por lo que sería preciso el pulso con el que García Liñares negoció la instalación de Sogama, con todas sus ventajas, o el plan Miner. La época de las vacas gordas parece haber pasado y es fundamental ofrecer alternativas.

Cerceda tiene varios frentes abiertos: el aprovechamiento del lago, el cierre de la central térmica, la ampliación del suelo industrial, la competencia para su parque acuático, hasta ahora único, y, sobre todo, el envejecimiento de la población y un PXOM que no consigue ponerse en marcha de ninguna de las maneras. Y todo eso con un alcalde reelegido y condenado de nuevo, que sigue aferrado a su puesto.

La precariedad en lo político lo es aún más en cuanto a recursos para Corcubión

Manuel Insua empezó el mandato, con los mismos tres ediles pero una mayoría aún más precaria, con la irrupción de Sempre Corcubión. Asegura que quiere evitar polémicas, pero la ruptura con el BNG es total y, aún amarrando el gobierno con José Ramón Rojo, día a día se muestra lo complicado que va a ser manejar cuatro años un pueblo en el que se discute dos horas la contratación de un conserje.

La ayuda para actualizar el plan del casco histórico, uno de los logros más destacados en estos 100 días, sí abre posibilidades, y, ahora, el ansiado puerto deportivo o el centro de día, pueden marcar diferencias, pero la precariedad de recursos y personal no hace prever grandes alardes de nada.