La emigración se frena en la Costa da Morte

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CERCEDA

José Manuel Casal

Creció este año en 300 personas, una cifra aún elevada, pero nada que ver el con el millar de media desde el 2009. Algunos municipios ya tienen índices negativos

21 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La emigración al extranjero sigue siendo un problema importante en la Costa da Morte. En el 2009 residían en el exterior 29.444 vecinos de la zona, y a 1 de enero de este año son 37.853, según los datos anuales que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística a través del Padrón Español de Residentes en el Extranjero (PERE). En la cifra se incluye un buen porcentaje de residentes (incluso segundas y terceras generaciones) en América que tiene la nacionalidad, pero que hacen poca o ninguna vida en su lugar de origen. Al mismo tiempo, hay muchos que trabajan en Europa desde hace relativamente poco y que siguen empadronados en su municipio natal. Pero la cifra es oficial a todos los efectos y claramente indicativa de que el éxodo no ha cesado en ningún momento.

Pero sí se ha frenado. Pese a la media anual de un millar (algunos años, sobrepasada de largo) de bajas desde que existe el PERE, en el 2009, la tendencia ha comenzado a disminuir. Ya lo hizo el año pasado, con poco más de medio millar de alzas con respecto al anterior, toda una novedad. Fue como un aviso. A 1 de enero del 2018, el crecimiento es de apenas 300. Nunca había pasado tal cosa desde el inicio de la crisis. Ni tampoco que hubiese varios concellos con disminución de emigrantes de un año para otro, como ocurre ahora. Tal vez sea por fallecimientos, o por el retorno (los años pasan y muchos jubilados o prejubilados regresan), o por otros motivos (falta de trabajo en el destino elegido, mayor perspectiva de empleo en la zona, emigración dentro de España...), pero antes no ocurría, y en esos casos las idas ya no están compensando las vueltas.

Carballo se mantiene en cifras muy elevadas, por encima de los 6.000 residentes en el exterior (20 más que A Estrada, con 6.081), pero tal vez llamen más la atención los 4.465 repartidos por el mundo vinculados a Vimianzo. Queda a poca distancia de Santa Comba, con 4.664, otro de los históricos. Los 16 municipios de Bergantiños, Soneira y Fisterra, además de Cerceda, suponen el 21 % de emigrantes de la provincia. Si se añaden los municipios limítrofes, con claras relaciones de vecindad para generar corrientes migratorias, el porcentaje supera el 30 %. De la provincia coruñesa en Suiza hay 20.190 residentes. Buena parte proceden de la comarca.

«Agora mesmo somos máis de vinte de Camelle en Basilea»

José María Mouzo Fuentes se dedicó siempre a la construcción, especialmente como empresario y autónomo. Pero el trabajo no abundaba y hace casi un año (lo cumplirá en abril), cuando tenía 58, decidió hacer la maleta y seguir dedicándose a la construcción, ahora como empleado, contratado a través de una temporera. Como en casi todos los casos en Suiza, tener algún conocido es crucial. «Agora mesmo somos máis de vinte persoas de Camelle aquí en Basilea», explicaba ayer al terminar su jornada. Entre ellos, un hijo, que llegó después. La experiencia que tiene es importante, pero no suficiente: «O sistema de traballo aquí é diferente, hai que adaptarse». Otro problema es el idioma, el alemán, no es como si fuese la zona francesa. Pero como hay muchos trabajadores portugueses en la cuadrillas, al final se va llevando. Eso sí, el hijo está aprendiendo la lengua. Y no hay problemas de trabajo, «pero sobre todo para a xente nova, ao meu fillo xa o chamaron varias veces». José María, que también fue concejal hace años, dice que ahora, salvo que cambien las cosas, seguirá en Suiza hasta la jubilación. A su edad, allí muchos ya se prejubilan.

«En Liechtenstein é posible que o mesmo traballo pase dunha persoa a outra»

El año pasado se dieron de alta en Liechtenstein nueve españoles, según el PERE publicado ayer. Probablemente la mitad, o más, son originarios de la Costa da Morte y concellos limítrofes, que para eso aporta el grueso de los más de 300 emigrantes del Principado, que está lleno de singularidades. El presidente del centro español, el muxián Manuel Figueroa, las conoce a todas, porque lleva allí 38 de sus 56 años, 20 al frente de la entidad. «Aquí é posible que o mesmo traballo pase dunha persoa a outra, como un recambio, sempre que o empresario acepte», dice. Por eso, hay poco movimiento laboral en números, pero sí pueden existir más movimiento del aparente. Además, conseguir la residencia es muy complejo. Ya lo fue siempre, pero más ahora. Algunos trabajadores optan por vivir en Suiza. Dos veces al año hay sorteo oficial para poder conseguir la estancia.