Juega en O Roxo (17.00) contra un hueso duro, el Fuenlabrada
17 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El Cerceda estaba en la uci, sin dar señales de vida durante casi seis largos meses. Un total de 23 partidos sin ganar. Nadie daba un euro por el equipo, desahuciado y condenado al pozo. Y de repente, Agulló se puso la bata, a lo doctor House, y con su gol de penalti en Toledo en el último minuto revivió a un enfermo en fase terminal.
Es lo que tiene el fútbol. Que se pasa de la más absoluta depresión al optimismo más exacerbado. Lo que antes era todo negro, ahora es todo posible. Y todo gracias a un partido en Toledo (2-3) en el que la épica (con remontada incluida), la suerte y el buen juego se aliaron por una vez a favor de los rojiblancos. Y claro, eso se traslada a los entrenamientos. El preparador cercedense, Josito, comentó ayer que el estado de ánimo de los jugadores había cambiado, aunque también dejó claro que sus pupilos no habían bajado la guardia nunca, incluso cuando pintaban bastos. «Siempre lo dieron todo, pese a los malos resultados. Nunca bajaron los brazos y siempre han salido a competir».
El técnico es de los que prefieren ver el vaso medio lleno: «Seguimos pensando en que la salvación es posible, por lo menos las matemáticas es lo que dicen». El Cerceda se encuentra a nueve puntos del objetivo, cuando restan 9 partidos para la conclusión de la temporada. Todo apunta al milagro. Pero todo es posible. Para empezar, los de O Roxo tienen hoy (17.00 horas) un duelo tremendamente complicado «frente al mejor equipo de la categoría», tal y como definió ayer Josito al Fuenlabrada. En el plantel reina un moderado optimismo por dos motivos. Uno, por el triunfo en Toledo, que les ha dado más confianza para afrontar con ciertas garantías este tramo final de liga. Y segundo, porque el Fuenlabrada llega como segundo clasificado después de liderar la tabla durante muchas jornadas. A los madrileños les ha penalizado llevar cinco jornadas sin conocer el triunfo. Pero Josito advirtió: «Es un verdadero equipazo y lo vamos a tener muy complicado para lograr algo positivo, pero confío en los jugadores. Sé que no bajarán los brazos y que lo darán todo. Quedan nueve jornadas por delante y todo puede suceder. Si logramos el 90 % de los puntos conseguiremos la salvación, seguro».
El gol de Agulló cambió el chip. Ahora queda por saber si esos nubarrones se marchan de forma definitiva, o se trató de un simple espejismo.