Medidas para prevenir incendios

Santiago Garrido Rial
Santi Garrido CRÓNICA

CERCEDA

30 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Tordoia, cuya zona norte tiene muchísimos vínculos de unión con la zona, especialmente con Carballo y Cerceda (de vecindad, familiares, empresariales, párrocos compartidos, amplia colonia en Carballo de naturales de parroquias como a Vila de Abade o Anxeriz, de festividades, cinegéticos, geográficos...), anunció ayer que acordó poner en marcha, de manera inmediata, los trabajos preventivos contra los incendios forestales, en los que gastarán unos 60.000 euros. Con este dinero limpiarán 220 kilómetros de cunetas y arcenes de caminos asfaltados, y unos 275 kilómetros de pistas forestales y cortafuegos, con dos tractores desbrozadora municipales a pleno rendimiento. No se queda ahí la cosa: van a limpiar los seis pozos repartidos por todo el municipio para las tomas de agua, de los que dos son aptos para los helicópteros. Y a todo ello habrá que sumar las cuadrillas que financia la Xunta en todos los concellos, pero que llegarán mucho más adelante.

Igual me equivoco, pero creo que es el primer concello de esta banda que anuncia semejante cúmulo de medidas en pleno mes de enero. Somos muchos de abonarnos a las medidas de última hora. Y a veces, al igual que con los socorristas, consiguiendo el servicio cuando ya la temporada veraniega está muy adelantada, aunque es cierto que a veces las culpas son genéricas, como la falta de personal. Pero no siempre.

Siempre se dice que en el verano se apaga, pero el resto del año se previene, y este último estío este viejísimo debate ha estado de nuevo en el aire debido a la ola de incendios que ha afectado a buena parte de Galicia, por suerte no a la Costa da Morte. Siempre se dice, pero no se cumple. Veamos por tanto si ahora otros concellos siguen la misma línea o, mejor aún, ya han comenzado a practicarla, pero no lo han anunciado públicamente. Me consta que en algunas partes el trabajo de conservación de pistas es bastante bueno, pero no orientado a un plan global, anual, de previsión.

Al margen de esto, hay otros factores que tal vez reduzcan los riesgos: cada vez se tala más. Lo dicen los datos y lo vemos a diario. De una semana para otra cambia el paisaje en tantos montes, sin árboles, ya sean pinos o eucaliptos. Nunca se ha cortado antes. En mis tiempos era lo último, los ahorros del calcetín, el dinero para un gasto inesperado o importante. Ya no se ve así, los jóvenes tienen otra mentalidad.

Hay otras talas que parecen autopistas, pero son las ligadas a las líneas eléctricas. A veces da la impresión de que se les va el ancho. Entre unas y otras, las fincas ya no son lo que eran, ni creo que lo vuelvan a ser.