Joaquín Gutiérrez, de 36 años, es el arquitecto coruñés que ha dirigido el proyecto del nuevo paseo fluvial de Cerceda. La obra fue inaugurada hace unos días, y el técnico ofrece sus valoraciones.
-¿Como se le presentó el proyecto de Cerceda?
-A raíz de terceras personas me enteré de que existía este proyecto, así que acudí y les enseñé mis ideas. El planteamiento era intentar dejar el espacio lo más natural posible, integrándolo a la perfección con el entorno.
-¿Había hecho alguna obra de este tipo?
-No, es la primera. He hecho un máster en rehabilitación de espacios públicos. De hecho, en el caso de Cerceda presenté las credenciales del proyecto que había hecho con otros compañeros en Nigrán, y que ahora se está ejecutando.
-¿Es el área que más le gusta de su profesión?
-Me gusta todo. Al desarrollar estos estudios voy a enfocar más mi trabaja hacia esta área de la rehabilitación. La veo como una clara posibilidad de futuro, porque hay muy poco dinero en las arcas municiples y es una solución muy interesante para resolver los problemas de la vivienda.
-¿Qué valores tiene el Aripaq, usado en Cerceda, como material de obra?
-Es una patente nueva y poco utilizada en Galicia. Solo hay dos o tres casos más. Es un material que ha llegado hace poco a nuestro país.