Fernando Huelin, médico deportivo: «La actividad física es la polipíldora»

CEE

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Especialista en el Centro de Tecnificación de Pontevedra, confiesa que dedica muchas horas a mantenerse en forma haciendo kilómetros encima de la bicicleta

26 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Fernando Huelin (Cee, 1957) es uno de esos médicos próximos y habladores a los que se les entiende todo, aunque no siempre eso sea lo mejor para él. Por sus manos han pasado algunos de los más excelsos deportistas de Galicia, así que sabe mucho de éxito y de lo contrario.

—Desde que acabó el confinamiento nos hemos hecho todos deportistas. ¿No nos estaremos excediendo?

—Por desgracia, no se hace deporte en exceso. Es verdad que nos encerraron y que después la gente se desbocó. Muchos se dieron cuenta de que siendo sedentario tienes más problemas. Haciendo actividad física te notas más ágil, no ganas peso, puedes comer más... Una serie de cosas que hace que te sientas bien. Yo diría que, tras acabar el confinamiento, hay más gente haciendo deporte al aire libre. Aunque también es verdad que cuando abrieron los bares el porcentaje bajó.

—Yo veo a mucha gente corriendo.

—Nosotros, a la actividad física la llamamos la polipíldora, porque la podemos recetar para todo. Diabetes, hipertensión, sobrepeso, síndrome metabólico... todas estas son enfermedades por no movernos y las podemos combatir con actividad física. Yo soy un militante de los buenos hábitos: no fumar, vida saludable y sobre todo reírte mucho, que es importantísimo.

—Reírse no tiene que ver con el ejercicio físico...

—Pero es algo que contribuye a la salud, física, psíquica y social, que es como lo entiende la OMS.

—Hay muchos que han salido y se han lesionado enseguida.

—Para poder hacer deporte tienes que ponerte en forma y no ponerte en forma haciendo deporte. Uno que nunca hizo nada, para llegar a unos niveles de actividad que le permitan mejorar su forma física tiene que ir poco a poco; el entrenamiento es algo progresivo. Pero cualquiera encontrará beneficios en la actividad física por muy poco ejercicio que haga.

—¿Cualquiera?

—Hoy mismo estuve con una señora que estuvo durante ocho años cuidando a su marido enfermo de Alzhéimer. En ese tiempo, lo máximo que caminaba eran doscientos metros a la derecha y doscientos a la izquierda. Hace seis meses empezó a ir de paseo con otra señora más activa y hoy hace diez kilómetros. Todo el mundo puede adaptarse. Hay que ser perseverante.

—¿Qué me dice del crossfit? Conozco auténticos adictos.

—Todo aquel que practica algún deporte llega un momento que quiere ir más allá. Eso es entrenar. Y a veces haces cosas que no debías. Si te pasas de cuerda, puedes romper. Hay que ir progresivamente y ponerse en manos de profesionales.

—Usted trabajó con la selección de piragüismo.

—Dos ciclos olímpicos. Estuve en Pekín y en Londres.

—Una selección de éxito.

—Porque tenemos mucho nivel. Y eso se debe a que hay una base muy extensa: muchos clubes, mucha dedicación y muchos años de trabajo. En el Centro de Tecnificación, los niños entran con 14 años y se van con 18. Pero algunos siguen y siguen. La élite es muy estrecha, pero si tienes buena genética, buena preparación y mucha gente donde escoger, es normal que nos mantengamos en el más alto nivel. Aunque eso también cuesta dinero.

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—Ha visto a mucha gente llegar, pero también habrá visto a gente caer.

—Sí, claro. A alguno le tienes que decir incluso que tiene que dejar el deporte por alguna patología. Y luego están las expectativas con, por ejemplo, una persona que te gustaría que fuera campeona de España con 16 años. Y lo es. Y si a los 17 sigue siendo campeona de España pero no hace nada en Europa, ya sé que no va a llegar a los 22 siendo profesional. Hay gente que se queda en el camino por un problema físico, porque se echa una novia o un novio... Hay muchas circunstancias, sobre todo a los 18 años, que es cuando se llega a la universidad.

—Con lo que cuesta llegar.

—Nosotros calculamos que un deportista de élite necesita al menos ocho o nueve años para formarse, para conseguir que los patrocinadores lo financien. Hay excepciones. Teresa Portela entró en el centro con 14 años y con 18 ya estaba en unos Juegos Olímpicos. Y ha seguido. Pero no todo el mundo tiene la genética de Teresa.

—¿Qué deporte practica usted?

—Yo empecé a hacer deporte en serio con 35 años. Antes me dediqué a la medicina. Hice triatlones, maratones, carreras de montaña... Ahora lo que hago es cicloturismo. Yo soy un friki del deporte y si puedo salir tres horas con la bici no salgo dos. Eso significa que me hago 300 kilómetros en cuatro días de entreno.

—¡Vaya!

—Gracias a eso me mantengo saludable.

—¿Realmente vale la pena gastarse 150 euros en unas zapatillas para correr?

—Si se va gastar esa cantidad, primero hágase un reconocimiento médico, que es bastante más barato y le dirán si está apto o no para hacer deporte. Es más importante que las zapatillas.

—¿Celta o Dépor?

—La verdad es que el fútbol me tira poco, el fútbol espectáculo. Yo trabajo con el Celta pero, por nacimiento, soy del Dépor.

—¿Qué hace con el tiempo libre?

—Básicamente, entrenar.

—¿Sabe cocinar?

—Sí, pero lo hago solo por obligación.

—Dígame cuatro palabras que le definan.

—Perseverante... Soy un iluso, porque creo en las personas y luego me llevo desengaños. Soy un culo inquieto, necesito hacer cosas. Y, sobre todo, me gusta conocer.

—¿Cuando era pequeño, qué quería ser de mayor?

—Médico. Yo fui un niño con varias enfermedades y me acuerdo de ver entrar al médico en casa con 6 y 7 años. Siempre quise eso. Con 23 años ya estaba en una consulta. La primera vez que me puse una bata y me llamaron don Fernando, yo no me lo creía.

—¿Y de pequeño era muy travieso?

—Sí, yo era muy malo. Incluso en la universidad era malo, pero trabajaba y aprobaba todo en junio. Eso sí, nunca fui a por el 10. Si me ponían un 7, me llegaba. Y si me ponían un 5, también.

—¿Cuál es su lugar favorito?

—Cualquiera de la Costa da Morte. Allí siempre estoy a gusto. Cualquier sitio me vale: Laxe, Cee, Corme...

—¿Usa mucho las redes sociales?

—Soy tuitero y usuario de Facebook de los antiguos. Y funciono mucho con el Strava, que es una red específica de deporte.

—Dígame una canción.

Let it be, de The Beatles.

—¿Lo más importante en la vida?

—Ser feliz. Y estar sano, porque para ser feliz tienes que estar sano.