Tres integrantes del Coristanco fueron castigados con dos choques de suspensión cada uno
12 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El jugador del Cee Álex Agulleiro fue el más perjudicado de la última reunión del Comité de Competición y Disciplina, correspondiente a la penúltima jornada. Las sanciones correspondientes a este fin de semana están pendientes de publicación.
Al futbolista le cayeron cuatro partidos de suspensión por «agarrar, empujar o zarandear, en general, mediante otras actitudes, hacia los árbitros o sus asistentes, tras haber sido expulsado», publica la Real Federación Galega de Fútbol, y uno más por «dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o desconsideración, o dirigir amenazas a estos cuando no se revele la intención de llevarlas a cabo, siempre que la acción no constituya falta más grave». Sucedió en el encuentro contra el Corme que acabó 0-3. Fue amonestado con dos tarjetas amarillas en los minutos 60 y 61.
Sanciones para el Coristanco
Por este segundo motivo fueron sancionados también el jugador del Coristanco Jonathan Pose y el entrenador del mismo equipo, Alejandro Rodríguez, con dos encuentros cada uno. A mayores, el futbolista coristanqués Mario Rodríguez también fue castigado con dos choques por «agarrar, empujar o zarandear o producirse, en general, otras actitudes hacia otros que, por solo ser levemente violentas, no acrediten ánimo agresivo por parte del agente».
Estos tres deportistas vieron la cartulina roja directa en el partido que enfrentó al Castriz y al Coristanco en San Pedro, que tuvo que ser suspendido en el minuto 80, al quedar los coristanqueses con un número de jugadores inferior al exigido reglamentariamente por expulsiones y lesión. De esta manera, el Comité de Competición y Disciplina decreta la finalización del encuentro con el resultado existente en el marcador en el minuto de la suspensión: Castriz 3, Coristanco 0.
Una vez más, la Liga da Costa, que tantas pasiones levanta en la comarca, vuelve a ser protagonista por su lado más oscuro: el de la falta de valores deportivos, que incluyen el respecto al árbitro y al rival como una de sus máximas.