El investigador dio el sábado una concurrida charla sobre reuma en la Casa da Cultura
22 dic 2019 . Actualizado a las 21:10 h.Para resumir el currículo de Francisco Javier Blanco García (Cee, 1963) no llegaría la página, con lo que dejémoslo en que es reumatólogo del CHUAC, profesor universitario, director del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INBIC) y ceense practicante. Como él mismo dice, «el sitio en el que naces es de las pocas cosas que no puedes elegir y yo tuve la suerte de nacer en Cee». De ahí que siempre esté dispuesto a colaborar en lo que le piden, como el sábado dar una charla sobre reuma en la Casa da Cultura.
-¿Qué es la reuma?
-Es el nombre popular que se le da a la reumatología: el área de la medicina que se ocupa de los huesos, músculos, articulaciones... pero que agrupa en estos momentos más de 250 enfermedades.
-¿La asociamos a la edad, pero no siempre es así?
-De hecho la exposición que hago en la charla es en función de la edad, con el concepto este de que afecta más en edades avanzadas, pero luego puedes ir bajando hasta llegar a niños. Los niños tienen también enfermedades reumáticas y, en medio, hay jóvenes de 20-30 años y adultos sin ser ancianos.
-¿Como se cambia el chip desde tratar estos temas en un grupo de investigación internacional a explicárselo a la gente en Cee?
-Estos son charlas de difusión y divulgación donde lo que hay que hacer es mandar mensajes claros a nivel popular. Algo que, en cierta forma, también estamos acostumbrados a hacer porque no hay que olvidar que tratamos con pacientes, a los que también hay que explicarle las cosas de manera sencilla para que las entiendan, aunque luego siempre encuentre un poco la forma de darle la vuelta. Es práctica y experiencia, igual que cambias el registro de gallego a castellano o inglés. Aunque también hay que reconocer que en esta zona la gente está bastante acostumbrada a la terminología de la reumatología y de otras enfermedades, porque tienen ocasión de escuchar frecuentemente a profesionales que vienen a darles charlas.
-¿A qué se deben los premios de los últimos años, a que está en un momento especial de su carrera o toda una vida de trabajo?
-Toda una vida no, que aún me quedan unos años de trabajo [sonríe] Diría que un poco las dos cosas. Sería el resultado de todos estos años de trabajo, que vienen siendo en torno a 25-27 de investigación en este campo. Entonces al final da sus frutos. Y nos coge ahora en un momento para nosotros muy bueno. El grupo es amplio, multidisciplinar y de profesionales todos muy buenos, que he tenido la suerte de ir seleccionando y que se fuesen decidiendo a quedar. Es gente realmente muy buena.
-¿Es eso lo más complicado, intentar que la gente buena no se le vaya?
-Las dos cosas a las que dedico más tiempo y que tengo que pensar mucho es: conseguir fondos, ver la forma y la estrategia para captarlos, y el manejo de los recursos humanos. Es un área complicada y que me toma mucho tiempo. Aún teniendo buenos profesionales hay que saber aprovechar lo mejor de cada uno. Todos son iguales y, sin embargo, todos tienen diferentes habilidades, diferentes virtudes... con lo que hay que potenciarlas para que den lo máximo de sí. No es fácil, lleva tiempo y, además, hay que tener un poco de suerte. En la vida siempre hay que tener un poco de suerte.
-¿Todo eso es indisociable de la clínica, no?
-Claro, porque nosotros todo lo que hacemos es investigación biomédica aplicada a la clínica, lo que ahora se llama transaccional: trasladar al paciente. No estamos a un nivel de investigación básica de laboratorio, aislada de la medicina. Es siempre para mejorar la salud poblacional, de los pacientes. Lo que nos planteamos son problemas que nos encontramos día a día. Desde mi punto de vista, es un nivel muy entretenido y agradecido desde el momento que haces algo que se puede trasladar a la salud de la gente, te da mucha satisfacción porque ves los resultados de manera inmediata.
Para cotillas
¿Turrón de chocolate, del duro o del blando?
Del duro.
¿Reyes o Papá Noel?
Reyes Magos
¿Qué les pide este año?
Lo mismo que pedimos todos: salud para todo el mundo, que es lo más importante.
¿Le da tiempo a comerse las uvas normalmente?
Sí, siempre. Además soy un poco el que lleva la voz cantante para que se las coman los demás. A mis hijos les enseñé desde muy pequeños y digamos que soy el que está ahí marcando el ritmo.
¿Pone árbol o nacimiento?
Sí, en casa hay de las dos cosas. Nos gusta la decoración navideña.
¿Cava catalán o espumoso gallego?
Espumoso gallego.
¿Algún regalo que le marcase especialmente?
Mi primera bicicleta, es el que más recuerdo.
¿Algo que pidiese siempre y no le trajesen nunca los Reyes?
La verdad es que no, pero porque tampoco pedíamos demasiado. Ahora ya con los años lo que te traen siempre está bien. Te conformas con lo que sea, así que siempre aciertan.
¿Cuantos viajes entre A Coruña y Cee hace cada año?
Buff, ahora mismo muchos... No sé exactamente, pero unos 30 o más, aproximadamente cada dos semanas.
¿Tiene algún rito navideño que cumpla todos los años?
Mi rito de las Navidades es venir a pasarlas aquí a Cee. Normalmente en Nochebuena o en Navidad siempre venimos aquí, porque es donde está mi familia, muchos de mis amigos... Así que eso no falla.