El Guitiriz abandonó el choque contra el Villa de Cee al sentirse amenazado

Melissa Rodríguez
Melissa Rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CEE

JORGE PARRI

Una disputa del balón entre un jugador local y otro visitante fue el detonante del conflicto

27 oct 2019 . Actualizado a las 16:58 h.

Situación extraña la que se vivió en el pabellón municipal de Cee este sábado con motivo de la disputa de la séptima jornada de Preferente Galicia (Grupo Norte) de fútbol sala. El Villa de Cee recibió al Guitiriz. Y cuando el marcador iba 4-4 a falta de 13 minutos para el final del partido, los visitantes abandonaron la pista alegando que se sentían «amenazados». Así lo recoge el acta arbitral, que también puntualiza que los árbitros no vieron acciones de ese calibre.

Todos estos datos los facilita el jugador local Mario García que, precisamente, fue el causante, aunque sin quererlo, de la jugada que provocó que el encuentro se parara. «Nunha disputa do balón entre un rival e eu, este dixo que xogabamos moi duro, cando o certo é que se lle saco 40 quilos, o normal é que teña máis forza», comenzó explicando, a lo que añadió: «Pois a raíz diso, colleu e marchou cara os vestiarios, e os seus compañeiros foron detrás. Nin os árbitros pitaron falta».

Diez minutos esperaron los ceenses en la pista la determinación de los colegiados. Y es que según cuenta Mario, ni ellos sabían cómo reaccionar: «Dixeron que nunca lles pasara isto, nin a nós, que quedamos parvos, e chamaron a un delegado federativo para comentar a situación». Finalmente, los trencillas pitaron el final del choque, dando este por suspendido.

Habrá que esperar a que el Comité de Competición y Disciplina se reúna el miércoles para ver las medidas que toma al respecto. Para el conjunto local, lo más justo sería que le concediesen la victoria a ellos o que los lucenses regresen un día a jugar los trece minutos que quedaron sin disputar, expresa García.

Hasta el momento del abandono de la pista por parte del equipo adversario, estaba siendo un partido dominado por los ceenses, en el que los visitantes marcaron en las cuatro únicas ocasiones que tuvieron al contraataque. «Nós puidemos marcar aínda moitos máis goles. Era un partido que sabían que non ían gañar. Non sei se iso puido influír no seu abandono da pista», sentencia el jugador local, que asimismo comenta que esta situación les fastidió más por la cantidad de aficionados que había en las gradas, sobre unos doscientos, que por el propio hecho en sí: «Estaba sendo unha tarde con moita afección, porque cadrou ben o partido nunha boa hora, e quedaron con mal sabor de boca».