En Carballo claman por ampliar y entre Cee y Vimianzo solo hay 21 parcelas vendidas
18 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Mientras en Bértoa hace dos meses quedaban 29 parcelas por vender de 128 y a día de hoy ya solo hay 26, en Vimianzo solo tienen dueño 13 de 108. Si en A Laracha ha desembarcado un gigante como Inditex, en Cee la mayoría de las nueve fincas ocupadas son traslados de negocios locales. Por no hablar del polígono de Malpica, que sigue desierto, o de Camariñas, donde el de A Ponte do Porto avanza a un ritmo desesperadamente lento y el parque de la capital municipal aún no ha pasado de una intención.
La brecha industrial entre el norte de la comarca -Carballo y A Laracha conectados con Arteixo, A Coruña y el puerto exterior- y el sur, a donde no llega aún la autovía a ninguno de los parques, lejos de reducirse, no para de incrementarse. Si en la capital de Bergantiños la comunidad de propietarios de Bértoa habla de que genera unos 2.000 empleos y existe un clamor unánime para que ponga en marcha ya una tercera ampliación, entre Cee y Vimianzo las mayores fuentes de empleo son una carpintería metálica, un almacén de bebidas y un supermercado. Y, ni mucho menos existe algo parecido a un intento de estrategia conjunta como la de los alcaldes de Carballo, A Laracha y Arteixo.
«É que no rural vai todo moi, moi lento. Eu vou ter unha reunión cos da Ponte do Porto para apoialos, cunha subvención nominativa ou como sexa, e, por suposto, que seguimos adiante co proxecto de Camariñas, aínda que o que precisariamos é que algunha empresa grande como Luís [Grupo Canosa] ou Cerdeimar apostase polo polígono, aínda que sexa para desenvolver unha fase, que non ten porque ser todo xunto», afirma la alcaldesa de Camariñas, Sandra Insua.
En Vimianzo, al margen del precio y el enlace con la autovía, el regidor, Manuel Antelo, cree que, por parte de SEA, «fai falta unha política de captación de empresas. Non podes estar esperando a que che veñan» y menos con un modelo y unos trámites que en lugar de atraer disuaden.
En Cee, más allá de las supuestas potencialidades del polígono que no se concretan, el verdadero reto está en Brens, porque la parálisis de Ferroatlántica y la falta de alternativas deja desierto un puerto de 15 millones de euros.
«Despois de catro anos, por fin, conseguimos abrir este luns»
Tenían la parcela comprada frente al Mercadona desde hace casi cuatro años y la obra completamente terminada desde octubre del 2017, pero hasta esta semana no ha podido empezar a funcionar la estación de servicio Galioil del polígono de Cee. «Despois de catro anos, por fin, conseguimos abrir este luns», explica Santos José Sambad Baliña, quien asegura que el proceso burocrático «é algo eterno que parece que non se vai acabar nunca. Chegas a desesperarte». Y eso, que aunque tuvieron problemas con el técnico municipal, dice que no se puede quejar del trato del alcalde y del resto de funcionarios, porque se volcaron para facilitarle los más que farragosos trámites con Industria y el resto de Administraciones competentes. En cualquier caso, acabaron consiguiéndolo, emplean a cuatro personas, una de ellas para el lavado, y cree que, en breve, podrán contratar a otra más, porque tienen mucha fe puesta en su marca «100 % galega», la calidad del producto y las estrategias que van a poner en marcha de tarjetas descuento para particulares y profesionales.